Por Óscar Viña Pardo

En estas tres últimas semanas antes de las elecciones del 19 de junio donde los colombianos tendremos la oportunidad de escoger quien comandará nuestro país durante los próximos cuatro años, tres tendencias en redes sociales marcan la pauta de lo que se vive en Colombia.

Un solo personaje, dos mensajes diferentes. El Petrismo y el Anti petrismo luchan segundo a segundo en WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter y Tik Tok, especialmente. Dos grupos que se basan en el candidato Gustavo Petro como si existiese una religión petrista dijo en su momento una de los columnistas del diario El País de Cali.

Puede leer la columna publicada en el diario el País de Cali

Y es que el país sigue dividido y ahora con más fortaleza se leen los mensajes de los unos y los otros. Para los que no quieren o apoyan a Petro, dice la columnista …  sus seguidores se convierten en fanáticos de una religión. O de un equipo de fútbol. O de una ideología que no acepta, no puede aceptar, otro principio diferente a la palabra de su dios. 

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Aunque el texto hace alusión a Uribe y Petro, y fue escrito en mayo de 2018, poco o nada ha cambiado la retórica de quienes no están en una u otra orilla. Los unos y los otros desbordan odio, pululan veneno y así seguimos construyendo no desde el respeto por la diferencia, sino desde la imposición lo que se piensa o no de los candidatos presidenciales, en especial del que sigue en la contienda, en este caso Gustavo Petro ahora con Rodolfo Hernández.

Ojalá como ciudadanos del común tuvieramos la madurez y educación necesaria para entender que la política, esa que genera pasiones debe basarse en códigos de respeto por el otro en donde la inteligencia emocional aunque deba estar en cada conversación pase a un segundo plano. 

Entender el otro nos hace más grandes, pero estamos siendo sordos. Muchos cuando sale el candidato Gustavo Petro en medios de comunicación cambian el canal y se quedan con el mensaje de terceros, con interlineados sacados de contexto, estamos dejando que sean otros los que al final construyen los discursos desde su criterio, dejando las migajas de contexto a quienes no se toman la molestia de escuchar los planeamientos hechos, y de realidades a medias se crean nuevas verdades. 

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Sobre Rodolfo Hernández la tercera tendencia comunicativa, R.H, como le dicen ahora al candidato de la Liga Anticorrupción haré un análisis en otra columna sobre cómo desde una campaña líquida con mensajes cortos, sin recorrido de plazas, está calando en los colombianos.  

Por quien usted vote no es mi resorte, cada quien es libre de escoger el candidato que más le llegue por ideas o por pasión. Usted es dueño de su voto.