Los residentes de la manzana J, cuarta etapa del barrio El Bunde, en la comuna 8 de Ibagué, enfrentan una crítica situación de salud pública a causa del colapso del sistema de alcantarillado, que lleva más de cinco décadas sin ser reemplazado.

La emergencia ha provocado rebosamientos de aguas negras dentro de las viviendas, malos olores y afectaciones respiratorias en varios habitantes, algunos aseguran haber tenido que abandonar temporalmente sus hogares ante las condiciones insalubres.

De acuerdo con la comunidad, el problema se originó hace cerca de tres años, cuando se presentó un taponamiento en la manzana K —ubicada justo encima de la manzana J—, lo que provocó el desbordamiento de aguas residuales por las calles y viviendas del sector.

Según los testimonios, el sistema de alcantarillado fue construido hace más de 50 años por el antiguo propietario del lote, como una infraestructura provisional para poder lotear y vender los predios. Con el paso del tiempo y el crecimiento del barrio, las tuberías colapsaron ante la sobrecarga generada por casas de hasta 4 pisos, locales comerciales y apartamentos. 

Falta de respuesta

“El IBAL está al tanto. Hemos pasado derechos de petición y hablamos con el gerente; el gerente dijo que sí, que lo peor de todo es que el 80 % de Ibagué está así, que tenemos que tener paciencia. Pero me dio el número y quedó de contestarme, y me dijo que venía a los ocho días, pero nunca vino, nunca contestó la llamada”, expresó una de las habitantes de la manzana J.

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Los vecinos aseguran que cada vez que llueve, una o más viviendas resultan inundadas con aguas negras, obligándolos a realizar reparaciones superficiales por cuenta propia. Afirman que, pese a múltiples solicitudes verbales y escritas, no han recibido atención efectiva por parte del IBAL; en algunos casos, funcionarios de la entidad les habrían manifestado que deberán esperar hasta el próximo año debido a la falta de personal y materiales para atender las emergencias.

Esta situación constituye una vulneración al derecho fundamental a un ambiente sano, consagrado en el artículo 79 de la Constitución Política de Colombia, que establece que “todas las personas tienen derecho a gozar de un ambiente sano. La ley garantizará la participación de la comunidad en las decisiones que puedan afectarlo."