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Una sinfonía de historias animadas

Una sinfonía de historias animadas

El 3 de octubre de 2019, con un Teatro Tolima abarrotado, Ibagué fue testigo de un concierto en el que la música no era la única protagonista. Diseño sonoro, animación digital y un público que hacía sonar papeles, que marchaba, que cantaba, que imitaba el sonido el viento, hicieron parte del primer concierto interactivo en Ibagué. Su impulsora, la maestra Estefanía Pardo, magister en composición de medios audiovisuales del Katarina Gurzka de Madrid.

En ese momento, Pardo estrenó Metamorfosis, suite andina colombiana, obra ganadora de la beca de creación de la Alcaldía, en la que a través de cinco movimientos recorre la historia social del país. Pero lo hacía con una puesta en escena diferente.

“La música encuentra en la imagen y los sonidos, otra fuerza expresiva. Pero no sólo se trata de pintar la obra con imágenes. La idea es que el público participe y no solo sea un espectador pasivo. Cuando el público hace parte de la obra, tiene una experiencia diferente”, aseguró Pardo.

Dos años después, la compositora ibaguereña sigue empecinada en hacer del público, un participante más de la orquesta. En esta ocasión, desarrolló la propuesta creativa para Una sinfonía de historias animadas, interpretada por la Orquesta Sinfónica del Conservatorio, dirigida por el maestro Sergio Sánchez, y, por supuesto, con la ayuda del público.

Con una sala Castilla llena (aunque silla de por medio por temas de bioseguridad), dos actores: Julián Forero y la niña Isabella Sánchez Castro, fueron dibujando con su diálogo la historia del cine y la animación. Al fondo, en un telón, las imágenes. Entre el público, niños y adultos con sus propios instrumentos en la mano. A una señal del director, los el público agitó unos papeles. Impulsado por los sonidos del viento y con la ayuda de efectos que simulaban las arenas del desierto, la orquesta interpretó fragmentos de la película Aladdin.

Pese a que había niños pequeños en la silla. Durante la hora y media de concierto, ninguno gritó, ninguno lloró, ninguno quiso irse a casa. Marchaban, agitaban sus papeles, estaban atentos a lo que sucedía en el escenario y participaban. La orquesta pasaba por los clásicos: Frozen, Coco, Toy Story, El Rey Leon, La Bella y la Bestia, Los increíbles y algunas obras de la animación japonesa como Kiki, Totoro y el increíble castillo vagabundo, todo guiado por el diálogo de los actores. 

“Son nuevas maneras de escuchar una orquesta sinfónica, nuevas maneras de acercarse a la música, nuevas maneras de expresar y nuevas maneras de oír. En esta oportunidad, una sinfonía de historias animadas alude a la banda sonora de las películas, sin embargo, ya estoy trabajando en una nueva composición en la que se hará cada vez más evidente la conjunción entre diseño sonoro, imagen, música y público interactivo”, señaló Pardo.

En el momento de La Bella y la bestia, la niña Isabella Sánchez Castro, hija de los maestros Sergio Sánchez y Heidi Castro, se levantó y cantó la obra principal. Su talento es maravilloso. Y es que los conciertos interactivos, la propuesta de la maestra Estefanía Pardo, han encontrado en el director Sergio Sánchez, el mejor cómplice. Juntos, desarrollan en la actualidad una investigación académica acerca de los efectos de este tipo de obras en el público. Una sinfonía de historias animadas, hace parte de esa investigación.

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