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Los hechos que afectan la calidad de vida de los ibaguereños

Los hechos que afectan la calidad de vida de los ibaguereños

Las quejas o incomodidades van desde el hueco frente a la casa, hasta la falta e incumplimiento de las señales de tránsito, los conductores de buseta que abusan con el pasajero, pasando por el vecino ruidoso que abusa del volumen de su equipo de sonido.  Estos son los lunares que en un pésimo comportamiento ciudadano dan al traste con la calidad de vida de los ibaguereños.

Los vecinos ruidosos

Esa es una de las situaciones que más quejas de inconformismo produce en Ibagué. Y desde luego, es lo que más afecta la convivencia ciudadana y la calidad de vida de las familias. Son incontables los casos, en especial los fines de semana, pues es ese periodo donde más se presenta esta  problemática.

En el barrio Ricaurte parte alta,  El Cronista.co encontró el viacrucis que vive Jorge Mauricio junto a su mamá. Allí ellos tienen unos vecinos que les acabaron con la tranquilidad. Denuncian que todo el día y gran parte de la noche tienen que soportar la música a todo volumen de unos vecinos.

La situación se volvió tan invivible que Mauricio se vio obligado a acudir a la inspección de policía y al cuadrante del puesto de policía, pero no hubo respuesta. Lo que si se ganó Mauricio fue amenazas por haber denunciado. Dice que el resto de vecinos prefieren no denunciar por miedo a las represalias que puedan asumir estos ‘vecinos ruidosos’. Mauricio tuvo que abandonar el barrio por temor a esas amenazas.

El tema de los vecinos ruidosos, se extiende a lo largo y ancho de la ciudad y la gente denuncia que no se ve una acción efectiva por parte de las autoridades para ponerle coto a esa situación.

A esto se añade el vecino que convierte su vehículo en una discoteca. Aquel que llega al conjunto o su cuadra a medianoche, con el equipo de sonido al máximo de volumen.

Los huecos

Los habitantes de los barrios de Ibagué, en su gran mayoría, tienen en el deterioro de sus calles su mayor dolor de cabeza. Un ejemplo del grado de afectación que se causa con esta situación en Ibagué, se evidencia en la ciudadela Comfenalco.

 Los taxistas y conductores en general también expresan su inconformismo por el daño que se causa en los vehículos y la afectación en la movilidad. Por ese motivo se hace más lento el desplazamiento.

Abuso de los conductores de busetas

El martirio que tienen que soportar los ibaguereños usuarios del servicio de transporte público de busetas es tortuoso. La gente se queja del abuso de los conductores de los buses. El arcaico control de horario en los trayectos que ejercen las empresas sobre los conductores afirman que es el abuso más grande que se hace sobre los usuarios. Exageran cuando tienen que ir despacio, y se sobrepasan cuando van sobre el tiempo. Nadie los requiere.

Incumplimiento de las señales de tránsito

De un momento a otro Ibagué se ha convertido en una ‘selva para conducir’. El irrespeto de las señales de tránsito ha llegado a un punto crítico. Los taxistas se estacionan en la mitad de la vía para recoger pasajeros, lo mismo ocurre con las busetas, que dejan y recogen pasajeros en la mitad de la calle.

No ceden el paso

Grave inconveniente que se nota en Ibagué, es que la mayoría de conductores no tienen la amabilidad de ceder el paso. Pueden ver el trancón más grande que el otro vehículo está ocasionando, y es raro encontrar el conductor que le cede el paso al vehículo que necesita cruzar.

Sacar la basura a destiempo, exceder los límites de velocidad, botar basura en la calle, convertir los separadores en lugares para depósito de escombros, invasión del espacio público, hablar por celular o chatear mientras se conduce, son otros de los problemas que, según muchos ibaguereños, afectan de manera ostensible la calidad de vida. 

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