“Este fallo no me devuelve la dignidad, este fallo me la recuerda. Porque —como les he enseñado a mis estudiantes— la dignidad nunca se pierde”, escribió la docente y abogada Inés Yohanna Pinzón en su cuenta de Facebook este 31 de julio, al compartir la decisión judicial que ordena reabrir el caso contra el rector de la Universidad del Tolima, Omar Albeiro Mejía Patiño.

La docente  interpuso una denuncia por violencia laboral basada en género contra el rector Omar Mejía, ante la Unidad de Género de la Universidad, en febrero de 2025, luego de dejar el cargo de directora del consultorio jurídico de la institución, el cual, ejerció durante cinco años.

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A pesar de que la denuncia fue radicada formalmente, la universidad tardó más de tres meses en dar respuesta y, finalmente, concluyó que el caso no constituía violencia de género. Ante esta decisión, Pinzón presentó una acción de tutela que fue negada en primera instancia, pero que ahora ha sido fallada a su favor por el Tribunal Superior de Ibagué.

Segunda instancia

La Sala Penal del Tribunal revocó el fallo anterior y reconoció que a Inés Pinzón se le vulneraron derechos fundamentales como el debido proceso administrativo, la participación efectiva, la igualdad, el acceso a la justicia y la protección frente a la revictimización institucional. Además, instruyó a la Procuraduría Regional del Tolima a reconocerla como víctima.

El fallo concluye que la Universidad del Tolima no garantizó una investigación adecuada ni permitió la participación plena de la denunciante, vulnerando principios esenciales del enfoque de género. Con esta decisión judicial, la institución está obligada a reanudar el trámite disciplinario contra el rector Omar Mejía.

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La Unidad de Género se declaró impedida para cumplir su deber

Luego de que se conociera en medios de comunicación que la Unidad de Género se declaró impedida para llevar el caso contra el rector Mejía, argumentando conflicto de interés, se desató una crisis administrativa. En ese contexto, el rector fue enviado a vacaciones durante más de un mes.

Cuando Mejía retomó sus funciones, el proceso ya se había cerrado con la conclusión de que lo ocurrido con la docente Pinzón no constituía violencia de género. Sin embargo, casi una semana después de retomar sus funciones, el Tribunal Administrativo del Tolima  ordenó reabrir el caso.