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El colegio Darío Echandía de Ibagué, otra obra sin terminar

El colegio Darío Echandía de Ibagué, otra obra sin terminar

El muro perimetral del Darío Echandía, construido hace más de 50 años, presenta una peligrosa inclinación.

La institución Educativa Técnica Darío Echandía Olaya (DEO), ubicada en la carrera 1ª entre calles 28 - 29 de Ibagué, que cuenta con más de 700 estudiantes, fue incluida desde hace cerca de una década, en el programa de jornada única escolar, lo que implicaba la necesidad de contar con infraestructura adecuada, cocina, escenarios deportivos y una planta física segura.

La obra, financiada en su mayor parte por el Gobierno Nacional a través del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura Educativa (FFIE) y cofinanciada por el municipio de Ibagué; tras años de retrasos y mesas de seguimiento, fue entregada en 2024, pero solo se entregaron los salones. Las obras complementarias siguen siendo promesas incumplidas.

Un riesgo para toda la comunidad

Padres de familia, estudiantes y la Veeduría activa, construcción efectiva por un nuevo DEO, denunciaron que el muro que rodea el plantel educativo, presenta una peligrosa inclinación que pone en riesgo a toda la comunidad. Los estudiantes están rodeados por espacios abiertos poblados de árboles, pero los docentes se han visto obligados a confinar a los jóvenes en los salones, incluso durante las horas de descanso o sacarlos a cachas aledañas con todos los riesgos que esto implica.

Según la veeduría, cerca del 70 % del muro sigue siendo el mismo que se construyó hace más de 50 años, está en mal estado y presenta riesgo de colapso. Solo el 30 % fue reemplazado durante la obra estructural ejecutada por el FFIE, tras el derrumbe de una sección.

Los baños nuevos no pueden usarse porque están cerca del muro, que podría caerles encima a los estudiantes. Solo hay un baño disponible para hombres y otro para mujeres. Imagínese, más de 700 alumnos y dos baños”, expresó el vocero la veeduría.

Sin canchas, sin gas, con inundaciones

La comunidad educativa también denuncia que no se construyeron escenarios deportivos ni zonas recreativas. Lo que afecta el desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes. Durante los descansos, el único espacio disponible es el salón polivalente, lo que genera hacinamiento y desmotivación para estudiar.

Además, pese a estar en jornada única, la institución no cuenta con gas domiciliario. “En mayo pasado, la empresa Alcanos confirmó que la instalación estaba aprobada y que se haría en 15 días”, contó uno de los docentes de la institución.

Sin embargo, a la fecha, la Secretaría de Educación no ha entregado el paquete constructivo requerido, según se informó en la última mesa con la comunidad, la secretaria de educación y la Alcaldía, que fue realizada este 14 de julio, en el marco del seguimiento que la Contraloría está haciendo a este caso.

Además, las canaletas de desagüe para aguas lluvias, al parecer, no tienen salida. “Cuando llueve, el agua se devuelve y los salones se inundan y las chapas de las puertas se encuentran en mal estado”, asegura la Veeduría activa, que viene denunciado esta situación desde el año pasado, sin recibir respuesta efectiva del FFIE, que debería responder por las garantías de las obras que entrego en 2024.

Jornada única a medias y falta de voluntad institucional

Solo cuatro grupos de estudiantes reciben alimentación caliente. Los demás acceden a alimentos industrializados de bajo valor nutricional o deben llevar su comida desde casa, lo que contradice los principios de la jornada única, que busca garantizar alimentación adecuada para todos los alumnos.

Según la Veeduría activa, construcción efectiva por un nuevo DEO, la Alcaldía de Ibagué y la Secretaría de Educación no envían a las mesas con Contraloría funcionarios con poder de decisión, solo asesores o contratistas.

Hace poco se confirmó que, en el nuevo contrato para obras complementarias de varias instituciones del municipio, no fue incluido el Darío Echandía Olaya”, afirmó la Veeduría.

Durante la misma reunión, la comunidad solicitó al asesor vocero del ende territorial, que transmita a la alcaldesa Johana Aranda una invitación para que visite personalmente la sede y constate el grave riesgo que representa el muro perimetral para la vida de los estudiantes.

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