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Las elecciones y el Síndrome de Transtorno de Conducta

Las elecciones y el Síndrome de Transtorno de Conducta

Por Ricardo Oviedo Arévalo 

*Sociólogo, historiador, docente


El llamado, "Síndrome de Trastorno de Conducta" (STC), se refiere a comportamientos disruptivos, violación de normas, agresión, destrucción e impulsabilidad, que se manifiesta en comportamientos desafiantes y antisociales, caracterizado por la violación de normas y derechos ajenos (agresión, robo, destrucción), y también puede relacionarse con la dificultad para mantener la atención, la impulsividad y la desregulación emocional,  que casi siempre se manifiesta en una "dispersión" o descontrol de la conducta y dificultades para inter relacionarse adecuadamente en la  familia y en grupos donde se interactua, enrareciendo su entorno y convirtiéndolo en un paisaje problémico y de rechazo con poca empatía, generando altos grados de ansiedad y desespero en los pacientes afectados, sin tener en cuenta,estrato, raza, color, ideología sexo o genero.

Si aplicamos esta definición a los participantes de esta contienda electoral, fuera del estrés producido por los gajes del oficio, este síndrome STC, se ha convertido en una pandemia de grandes proporciones, como se vio al cierre de las listas para inscripciones al Congreso y a las candidaturas presidenciales, por alto grado de dispersión de movimientos y partidos políticos participantes.

El crecimiento fue de  un 14% de candidatos en comparación al 2022, en esta ocasión, se inscribieron al Senado 3.231 candidatos, de 527 listas, 11 de ellas por la circunscripción especial indígena.

Mientras que, para la Cámara de Representantes, fueron postulados un total de 2.107 candidatos en 500 listas, distribuidas de la siguiente manera: territorial 304, indígenas 10, afros 47, diáspora en el exterior 17, y por las Circunscripciones Transitorias Especiales de Paz (CITREP), 122, es decir, como la bandera de la diversidad, todo un arco iris de de dispersión para todos los gustos.

Mirando lo anterior, podemos afirmar que el minifundio ideológico de las decenas de  micro empresas electorales está en su pleno esplendor, el síndrome STC, los ha contaminado y los tiene al borde de  un ataque de nervios.

Si analizamos la inscripción de candidatos a la presidencia, de la llamada derecha, la cosa tampoco pinta bien, según Blu Radio, emisora anti petrista, se han establecido en el país verdaderas bodegas de recolección de firmas utilizando la información biométrica (¿legal?), la geo referenciación con la utilización de GPS y la Inteligencia Artificial,  les llama la atención, a estos periodistas, que de los supuestos quince candidatos autorizados a recolectar firmas, uno de cada tres colombianos aptos para votar tuvo que firmar una de esas planillas, y según la emisora, el costo por cada firma recogida está entre los rangos de mil a diez mil pesos, que para el caso del tigre Abelardo, quien se jacta de haber recolectado cerca de cinco millones,  su costo, mal contado,  estaría entre el rango  de cinco a vente  mil millones  de pesos, como estos gastos no son supervisados por el famoso Consejo Nacional Electoral (CNE), no sabemos su procedencia ni como ni a quien pagaron, lo cierto es que este mecanismo de participación de “grupo de interés ciudadano”, se desfiguró por las empresas de mercenarios electorales, volviéndose un negocio de los grandes y turbios financiadores de campañas políticas.

Por estos altos costos, es difícil llegar a acuerdos sobre mecanismos para escoger candidatos de la derecha, los “patrones” que tienen recursos económicos casi ilimitados prefirieron las costosas firmas y las encuestas, los más menesterosos, los llamados “lava perros”, las cumbres, reuniones y retiros espirituales, en donde sumando a todos sus participantes no llegan al margen de error de las encuestas y por lo tanto, son poco tenidos en cuenta, pero eso sí todos ellos son promocionados ilimitadamente por los medios de comunicación hablados y escritos, en donde como los aguacates los maduran a punta de periódico. 

En los próximos días veremos los resultados de la encuesta para escoger los candidatos a la presidencia del Centro Democrático, que en la famosa encuesta INVAMER, suman apenas el 3% de las preferencias electorales, es decir, algo intrascendente. En la próxima semana veremos como este síndrome contagia a más candidatos y a sus patrocinadores.

Zona de distensión: Este síndrome tocó al exrepresentante conservador, José Elver Hernández, más conocido como “Choco”, Oscar Barreto lo mandó a ver ballenas este fin de año, al excluirlo de la lista de su partido Conservador.

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