La Contraloría General de la Nación informó a través de un comunicado de prensa que los ingresos tributarios hasta el 30 de junio de 2024 fueron de 129,01 billones de pesos, con devoluciones de 2,38 billones de pesos, lo que resulta en un recaudo efectivo de 126,63 billones de pesos, 17% menos de lo proyectado por la DIAN. Esta situación ha puesto al gobierno en aprietos, que pese a realizar recortes, aún debe hacer un esfuerzo mayor.

De acuerdo con el diario La República, la caída de 17 puntos porcentuales es la más alta en tiempos recientes. Ni siquiera en el año 2020, durante la pandemia de COVID-19, se registró un recaudo tan bajo como el actual, que fue del 13%. En términos monetarios, se dejaron de recaudar 15,82 billones de pesos.

El ente de control desglosa las cifras de recaudo, señalando que algunos ítems están en semáforo rojo. Por impuestos directos se recaudaron 63,89 billones de pesos, es decir, el 50,5% del total proyectado. Por impuestos indirectos, el recaudo fue de 62,73 billones de pesos, 49,5% del total.

El ingreso por el impuesto a la renta fue del 46,4%. Aunque el impuesto de valor agregado aumentó nominalmente en un 8,1%, llegando a 33,15 billones de pesos, las retenciones disminuyeron un 8,9%. El recaudo por aduanas e IVA externo cayó en 3,57 billones de pesos.

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Gracias a los giros internacionales, el incremento nominal por el gravamen de impuestos financieros aumentó un 4,7%, alcanzando los 7,07 billones de pesos.

La proyección final de la Contraloría con corte al 31 de diciembre de este año no es alentadora; se estima que el gobierno dejará de recibir más de 50 billones de pesos, cifra que corresponde a más de tres reformas tributarias. Por eso, los analistas económicos hacen un llamado a los congresistas para que revisen minuciosamente las proyecciones de ingresos para 2025, ya que esta situación compromete la regla fiscal para los próximos años.