Por: Jaime Eduardo Reyes | Director IDR Universidad de Ibagué

Somos conscientes de que la falta de industria en la región da origen a un tejido productivo débil y una baja oferta laboral.

Los micronegocios son establecimientos comerciales como tiendas, panaderías, peluquerías, cibercafés, misceláneas y restaurantes o sitios de venta de comida, así como negocios de confección de ropa, venta por catálogo, de cultivos, asesoría jurídica y contable, desarrollo de software, médicos independientes, odontólogos, veterinarias, remodelación de viviendas, jardines infantiles, servicios de refuerzo escolar, comercio y reparación de vehículos automotores y motocicletas, entre muchos otros.

En Colombia, hay aproximadamente 5.4 millones de micronegocios que generan el 46.2% del empleo del país.

En nuestra región, la importancia de los micronegocios es evidente en los barrios de la ciudad y en la mayoría de los pueblos del departamento, por no decir que en todos. En Ibagué, los micronegocios de comercio y servicios representan el 86,1%, y se crean porque los propietarios en un 39% identifican una oportunidad de negocio y un 29% no tiene otra alternativa de ingresos.

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Los micronegocios en Ibagué son importantes en la economía local, así lo demuestran los datos entregados por el DANE. En la ciudad se ocupan entre 57 mil 930 y 73 mil 596 personas, cifra realmente importante. En la siguiente tabla podrá ver los valores del límite inferior y el límite superior de cada una de las principales variables. Algunas cifras están en miles de pesos.

Recientemente el DANE entregó la información proyectada para el año 2021. Según sus proyecciones, en 2019 existían en el país aproximadamente 6 millones de micronegocios, en 2021 se disminuyeron aproximadamente a 5 millones 800 mil, representando una disminución de 3.3 por ciento aproximadamente.

En Ibagué la disminución porcentual fue de aproximadamente 16 % ya que en 2019 se reportaron 62 mil micronegocios y en 2021 los micronegocios reportados fueron aproximadamente 52 mil.

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La información entregada por el DANE para el cuarto trimestre de 2021 muestra una reducción en Colombia del 4,5% en la cantidad de estas unidades económicas en comparación con el mismo periodo del año 2019. Las actividades económicas que más contribuyeron negativamente a esta variación fueron: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura, pesca y minería (-3,4 p.p.); Comercio y reparación de vehículos automotores y motocicletas (-1,3 p.p.); y las Actividades inmobiliarias, profesionales y comunicaciones (-1,0 p.p.). En contraste, las actividades de Transporte y almacenamiento (1,8 p.p.), Otras actividades de servicios (0,4 p.p.) y el sector de la Construcción (0,2 p.p.) contribuyeron positivamente a la variación bienal de la cantidad de micronegocios.

Asimismo, se estimó una variación de -7,6% del personal ocupado en los micronegocios, entre los cuartos trimestres de 2019 y 2021. Las actividades económicas que más contribuyeron negativamente a esta variación fueron: Agricultura, ganadería, caza, silvicultura, pesca y minería (-2,5 p.p.), Alojamiento y servicios de comida (-1,8 p.p.) y, Comercio y reparación de vehículos automotores y motocicletas (-1,6 p.p.).

Por el contrario, las actividades de Transporte y almacenamiento (1,2 p.p.) y las Otras actividades de servicios (0,2 p.p.) contribuyeron positivamente a la variación bienal de la cantidad de personal ocupado en los micronegocios.

Apoyar los micronegocios es clave para tener un mayor crecimiento económico y menos desempleo, su suerte no puede estar exclusivamente en las fuerzas del mercado, es necesario que estos tengan un apoyo realmente significativo de parte del gobierno, estos no pueden seguir adjudicándose la mejoría del empleo sin aportar nada significativo para ello.

Aunque ya existen algunos apoyos como el ofrecido por el Ministerio de Comercio a través de programas como “Compra lo nuestro”, el nivel de cobertura de estos es insuficiente.

El gobierno local, con el apoyo de sectores gremiales, debe brindar capacitaciones y asesorías especializada para mejorar las habilidades gerenciales, comerciales, logísticas y financieras de los micronegocios de la ciudad para que aumenten sus ventas o abran nuevos canales para comercializar sus productos o servicios.

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 Además, ofrecer cursos de mercadeo y diagnósticos especializados para que los micronegocios mejoren en productividad y digitalización; aprendan a realizar estrategias comerciales y tengan la oportunidad de ofertar sus productos y servicios para que sean vendidos en almacenes y participen de las cadenas productivas de la región.

No se puede perder de vista que el impulso a la formalización es el primer paso para que los micronegocios logren incluirse en el sistema financiero y así acceder a créditos y a los programas de apoyo en garantías.