Mientras la Alcaldía de Ibagué daba a conocer a través de una portentosa difusión en la que algunos medios se atrevieron a calificar de hecho histórico que la Alcaldesa y su gabinete estuviera desde las 3 de la mañana atendiendo a la comunidad en la plaza de Bolívar, ese mismo día en el Liceo Nacional un puñado de profesores, del departamento e Ibagué, con mucho esfuerzo y sacrificio, realizaba un congreso de leguaje.

Participaban como invitados centrales dos maestros doctores, expertos en la enseñanza de literatura y lengua castellana, uno de ellos venía de Argentina, el maestro Gustavo Bombini, el otro, un reconocido formador de docentes de la Universidad Nacional de Colombia, Fabio Jurado Valencia, al tiempo que se presentaron experiencias pedagógicas innovadoras.

Lo lamentable de esto es que la Alcaldía de Ibagué a través de la Secretaría de Educación Municipal haya desaprovechado por completo este evento. Una oportunidad de oro para que los docentes adscritos a esta Secretaría se actualizaran.

Por eso, no tiene sentido que la Secretaría de Educación de Ibagué esté desde las 3:00 a.m. dispuesta a escuchar a la gente, cuando iniciativas valiosas como la realizada por estos docentes, no es valorada. Lo que significa en el fondo, es que la jornada de la Alcaldía resulta pura carreta, más bien es una actividad mediática, quizás sugerida por algún asesor con contrato altamente oneroso, como lo acaba de denunciar la emisora Ecos del Combeima con el contratista consejero de comunicaciones de la empresa IBAL.

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Regresando a los docentes del Congreso de lenguaje, hay que decir que el de este año fue el número XVII, que se trata de un grupo de profesores comprometidos, que llevan 25 años haciendo trabajo de reflexión para mejorar las prácticas pedagógicas en Ibagué y el Tolima, y que esa labor la ejecutan desde la Red del Lenguaje Pido La Palabra, nodo Tolima.

Ciertamente, no se entiende cómo las Secretarías de Educación del Tolima e Ibagué dejan pasar estas oportunidades, sobre todo cuando hay apremio por avanzar en la mejora de la calidad académica. Incomprensible desde todos los puntos de vista que un esfuerzo que se hace con sudor y lágrimas, donde los mismos docentes, en una actitud encomiable, sacan de sus propios bolsillos dinero para ayudar a pagar a los conferencistas.

Por lo menos que las Secretarías subvencionaran la participación de los docentes. Que fueran dos docentes por institución, con eso se lograría un avance significativo en el propósito que se persigue, mejorar las prácticas pedagógicas en el aula de clase.   Más que miopía es la falta de visión.

Henry Rengifo Hernández