En Colombia, una EPS (Entidad Promotora de Salud) es la institución encargada de afiliar a las personas al sistema de salud y garantizarles la prestación de los servicios médicos definidos por la ley. Su función principal no es atender directamente a los pacientes, sino administrar los recursos que recibe del Estado o de los aportes de los afiliados para comprar y coordinar los servicios con hospitales, clínicas y profesionales de la salud.

Cada EPS actúa como intermediaria entre los ciudadanos y la red de prestadores, autoriza procedimientos, organiza la atención y hace los pagos a las instituciones médicas. Hasta ahora la mayoría de las EPS había sido entidades mixtas o privadas. 

Nueva EPS será pública.

El ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, confirmó que el Ministerio de Hacienda autorizó la conversión de la Nueva EPS en una empresa de capital totalmente público. La decisión se anuncia como un paso estratégico dentro de la reorganización del sistema de salud, especialmente en un momento a las entidades prestadoras se les han iniciado procesos judiciales por miltiples irregularidades, como negar servicios a pasientes vivos y reportar la atención a pacientes muertos.

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El anuncio se da después de que las cajas de compensación que tenían participación accionaria en la Nueva EPS aceptaran modificaciones para permitir que la empresa pase a manos del Estado. A la par, la Superintendencia Nacional de Salud aprobó cambios estatutarios que facilitan procesos como la capitalización y reorganización financiera de la entidad, lo que abre el camino para su funcionamiento bajo un modelo público.

El Gobierno sostiene que la Nueva EPS tiene un papel fundamental en la cobertura del régimen subsidiado y en la atención de millones de usuarios en regiones donde otros aseguradores no operan. Con su transformación, se busca que el Estado tenga una herramienta más directa para garantizar la continuidad de la atención y mejorar el acceso a servicios médicos en el país, especialmente en zonas apartadas.

Retos financieros

El proceso llega en medio de fuertes retos financieros. Las deudas acumuladas con hospitales, clínicas y proveedores siguen siendo un problema por resolver, y se reconoce que la capitalización de la entidad será clave para su estabilidad. Las autoridades han anunciado auditorías y mecanismos de vigilancia para identificar irregularidades y corregir fallas que han sido señaladas por entes de control en años recientes.

A pesar de los riesgos, el gobierno del presidente Gustavo Petro presenta la conversión de la Nueva EPS en una empresa pública como una oportunidad para fortalecer el sistema de salud. Si la reorganización financiera es efectiva y la gestión estatal logra mayor transparencia, el país podría contar con un asegurador público robusto, con alcance nacional.