Por Facundo Malaver

El hecho que ocho días antes, la ex candidata  Ingrid Batancurt se hubiera adherido a la campaña de Hernández, da la impresión que ese sector gobiernista sabía de antemano que este candidato de los empresarios tenía el apoyo de algunos sectores del uribismo.

En varios departamentos, entre ellos el Tolima, de estirpe liberal ganó el ingeniero. Es de suponer que en esa victoria influyó la familia Barreto que tiene las mayorías de derecha actualmente en el departamento.

Otros dicen, que el uribismo, al notar que Federico Gutiérrez no era el candidato para oponer a Petro, optaron por hacerle campaña soterrada a Rodolfo Hernández, para llevarlo a competir en la segunda vuelta con Petro y posteriormente arrimarle los votos del derrotado Fico Gutiérrez .

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Hernandez no asistió a los debates por su incompetencia y tampoco hizo manifestación alguna. No porque las gentes ya no quieran escuchar a los políticos, sino por su debilidad conceptual y de comunicación de ideas con las gentes.

Algunos se preguntarán, su alta votación, sin reuniones, sin propaganda ni visitas a los departamentos.

Pareciera que las gentes se identificaron con sus frases sin ideas ni propuestas para sacar al país del callejón en que se encuentra.

Existen quienes le achacan su votación a la vaquita de leche de que tanto ha hablado de exigirle a los pobres a quienes les ha cobrado altos intereses por las hipotecas de las casas que construye y que es una forma privada de la corrupción, que lo a llevado a amasar un capital de 400.000.000.000 cuatrocientos mil millones de pesos.

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Amanecerá y veremos si este hombre que habla sin filtro entre lo que piensa y dice, maneja el país o lo hace Petro  quien tiene sobrados méritos  que se le conocen para dirigir los destinos del país.

Tampoco el país cree lo que dijo Federico Gutiérrez, que le endosará sus votos al ingeniero Hernández.
Esa época ya pasó, y vendrá otra con un sentido de libertad, progreso y eliminación  de los privilegios que han ensombrecido a Colombia.