En algunas emisoras se escucha el comercial de esta compañía, que en conjunto con el boletín informativo enviado a medios de comunicación anuncian el servicio de transporte en carros particulares y motos a través de la plataforma de DIDI. Y, aunque el servicio se transporte a través de motos se prestaba en sitios estratégicos como la calle 15 con carrera tercera, no se evidenciaba como ahora. 

El ministerio de Transporte desde hace más de dos décadas ha reiterado que “No es posible avalar el mototaxismo como mecanismo de transporte público, porque es un medio de transporte más peligroso”.

Al revisar en Google sobre este medio de transporte al servicio de los demás informa que “El mototaxismo se considera una actividad ilegal en la mayoría de las ciudades y municipios de Colombia. Esta situación se debe a preocupaciones relacionadas con la seguridad vial, la informalidad laboral, la falta de regulación y el incumplimiento de requisitos legales y de seguridad”.

De acuerdo con los datos suministrados por el Observatorio de la Agencia Nacional de Seguridad Vial seis de cada diez personas que mueren en siniestros viales iban en moto. La cantidad de motociclistas fallecidos en Colombia pasó el año anterior fue de 5.213 personas. El acumulado de familias que lloran los suyos entre enero de 2011 y diciembre de 2021 supera las 33 mil personas, entre conductores y pasajeros.

Lo que no está prohibido, está permitido

Una de las premisas de los abogados hace referencia a la ley nacional de Código de Tránsito. El Consejo de Estado en el 2018 dijo que no existe ley que califique al mototaxismo como ilegal, y aunque hay normas genéricas, ninguna impide este trabajo, como lo informó el abogado Ricardo Moncaleano al diario El Espectador. 

 “La ley no ha regulado el servicio público de transporte en motocicleta, popularmente llamado mototaxi, de ahí que el mismo sea irregular (…) No obstante ello, a falta de regulación legal las autoridades competentes pueden adoptar medidas tendientes a su restricción, medidas estas que, conforme lo señaló la Corte Constitucional, al no poder constituir una prohibición absoluta, deben estar limitadas en el tiempo”.

Sin embargo, más adelante dice el togado que el Decreto 1079 de 2015 consagra que “el acondicionamiento de motocicleta a motocarro deberá efectuarse de acuerdo con las especificaciones y condiciones técnicas y de seguridad que establezca el Ministerio de Transporte”, lo cual no se ha efectuado, dice Moncaleano.

Leyes y manuales que sirven de paisaje 

Las leyes 336 de 1996 y 105 de 1993 hablan sobre la formalización de este servicio a través de empresas habilitadas por el ministerio de Transporte, con automotores apropiados para llevar pasajeros con todas las normas de seguridad para los usuarios.

“En el Manual de Infracciones de Tránsito Adoptado, Resolución 3027 de 2010, del Ministerio de Transporte, dice que todos los vehículos dentro de las características establecidas en la Licencia de Tránsito (tarjeta de propiedad) tiene fijada la clase de servicio (público, particular, oficial, diplomática, etc.), por consiguiente, ningún vehículo puede ser usado en otra clase de servicio diferente al contenido en su licencia”.

Ley 769 de 2020 va más allá y habla sobre las sanciones al automotor particular que realice esta actividad comercial, y a los conductores sobre las multas establecidas por manejar sin tener las licencias de conducción del caso, que son diferentes a las expedidas por las oficinas de tránsito cuando maneja un automotor particular. 

Una alternativa de empleo para los ibaguereños
El mototaxismo no es nuevo. Lleva funcionando más de 30 años en diferentes ciudades del país, especialmente en las zonas costeras y municipios pequeños. Por eso, muchos ibaguereños ven con buenos ojos esta alternativa de transporte, en especial en horarios de mayor afluencia vehicular, porque disminuye tiempo. 

ElCronista.co indagó sobre la proyección de personas que estarían en este oficio, pero no existe en la ciudad registro aún. 

Alguna información relevante sobre domiciliarios que se encuentran en las empresas establecidas, pero no más. Por eso, el fenómeno de la informalidad crece y crece, porque este oficio no obliga a nadie a tener seguridad social, al ser una labor que se hace como independientes, así se encuentren en las plataformas de servicio de transporte.

La demanda y oferta están a merced de los ciudadanos que ahora cuentan con una nueva alternativa para trasladarse de un lugar y otro, pero debe pesar en esa decisión la cruda realidad de las cifras de siniestros viales, en donde las motos en Ibagué, por ejemplo, representan más del 50% de los mismos.