La Procuraduría General de la Nación envió un fuerte documento al alcalde Andrés Hurtado y su secretario de Infraestructura, Juan Carlos Núñez, por las irregularidades detectadas en el proceso licitatorio para la construcción y adecuación de las Piscinas Olímpicas de la Unidad Deportiva de la calle 42, que costarán más de $13.000 millones. 

Ha transcurrido más de año y medio de la administración del alcalde Hurtado, y a la fecha, ni siquiera se ha adjudicado las obras de este importante escenario para los nadadores de Ibagué y el Tolima. Las veedurías ciudadanas han denunciado falta de respuestas, y así lo ratificó la Procuraduría. 

El Cronista.co accedió al documento enviado por la Procuraduría a la Alcaldía de Ibagué, en el que hace varios reparos y cuestiona diversas irregularidades en la licitación de las Piscinas.

Falta de respuestas

La Procuraduría llamó la atención a la Alcaldía, por lo mismo que han reclamado las veedurías, con relación a la falta de respuestas claras y oportunas. Y es que, ante los cuestionamientos u observaciones de las veedurías, la Alcaldía se ha dedicado a negar o fraccionar la información.

"Cuando los interesados en un proceso contractual que adelanta una entidad pública presentan observaciones esta tiene la obligación de responderlas de fondo y no diluir la responsabilidad trasladando de manera fraccionada a cada uno de los partícipes en la estructuración del proyecto", le recalcó la Procuraduría. 

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Falta de planeación

El plan de obra e inversión de las Piscinas Olímpicas, elaborado desde la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, ha sido cuestionado por las veedurías. Ante sus diversos errores, han pedido que se corrijan antes de adjudicar el escenario deportivo.

Incluso, el alcalde Hurtado en su momento les respondió que, "déjenos trabajar, que nosotros corregimos los errores en campo". Es decir, mientras avanza la obra. No obstante, esta postura no solo la rechazan las veedurías, sino también, la Procuraduría.

"De existir los errores advertidos por los interesados con relación a los estudios y diseños y estos no se corrigen en la etapa precontractual, implicaría modificaciones representativas después de haberse adjudicado y firmado el contrato, dejando esta situación a la deriva para quesea resuelta por la interventoría, en el momento de su ejecución y como consecuencia se presenten situaciones que originen cambios sustanciales en el objeto del contrato y el cierre financiero del proyecto", explicó el ente de control. 

A su vez, la Procuraduría exige que se corrijan a tiempo los errores de planeación, para que, las Piscinas Olímpicas puedan satisfacer "las necesidades actuales y futuras de los deportistas, federaciones, ligas y clubes".

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¿Sobrecostos?

Lo más delicado en el documento, es la advertencia que hace la Procuraduría de presuntos sobrecostos para las obras de las Piscinas. Aunque el ente de control no se refiere directamente a ellos, las preocupaciones que expresa los dejan ver claramente.

La Procuraduría reprocha que el presupuesto oficial de las obras esté presentado con valores unitarios. Es decir, solo se explican las generalidades de las inversiones, pero, no se sustentan a detalle.

"Publicar la totalidad de las especificaciones técnicas de construcción de los ítems relacionados en el presupuesto oficial y solicitamos a la administración revisar las cantidades fijadas en el presupuesto oficial que estén acordes a la complejidad y especificaciones técnicas del proyecto y que los precios fijados estén acordes a las condiciones del mercado", ordenó la Procuraduría. 

De acuerdo con la información brindada por la Procuraduría, en algunos ítems de la obra se estiman cantidades muy grandes de materiales. Por ejemplo, 85.000 kg de acero para construir la cubierta de las graderías, la que sería una cantidad muy superior a la que en realidad se necesita. 

Por lo tanto, la Procuraduría General de la Nación solicitó que, de nuevo, se suspenda la licitación para las obras de las Piscinas Olímpicas, hasta que, por fin, se resuelvan todas las observaciones de interesados y veedurías.