El pasado 16 de enero de 2016, el abogado Fernando Varón Palomino, presentó una denuncia por el presunto delito de detrimento patrimonial contra el erario ante la Contraloría Municipal de Ibagué, por una suma superior a los 10 mil millones de pesos, con motivo de la destrucción de todos los escenarios deportivos que existían antes de iniciarse el monstruoso robo de los fracasados Juegos Nacionales.

En efecto, el abogado y acucioso denunciante de los actos de corrupción que enmarcaron todo el proceso de contratación de diseños y obras de las malogradas justas deportivas de Ibagué 2015, solicita que se investigue a directivos, exfuncionarios, contratistas, interventores  y supervisores de la administración del exalcalde Luis H. Rodríguez, por la demolición de los escenarios deportivos, recreativos, administrativos y comerciales que se encontraban dentro de las instalaciones del Parque Deportivo, que fueron arrasados supuestamente para construir los nuevos y modernos espacios deportivos que nunca se hicieron.

En este carnaval de la destrucción se acabaron con 4 canchas de fútbol y el estadio auxiliar que funcionaban normalmente, tres canchas de tenis, la zonas de piscinas incluyendo la de olas, el centro de alto rendimiento donde se alojaban los deportista, el restaurante, la sede administrativa, la pista de patinaje, los juegos infantiles, un lago y su restaurante, y zonas de recreación. A esto, se debe agregar la tala de mil 200 árboles, que los contratistas destructores quedaron de compensar sin que hasta el momento se haya hecho reparación alguna por este arboricidio, por lo que Cortolima adelanta un proceso sancionatorio por este hecho. Lo único que no funcionaba era el velódromo que quedó mal construido desde los Juegos del 70.

En este evento de devastación de la infraestructura deportiva, recreativa y ambiental de los deportistas e ibaguereños,  se realizó sin ninguna autorización de autoridad competente y sin el cumplimiento de ningún acto administrativo que ordenara la demolición, ni se sabe si la Contraloría Municipal dispuso dar de baja o sacar del de los inventarios del Imdri -Instituto Municipal  de Deportes y Recreación- los bienes inmuebles o los escombros que dejaron el derribamiento de estos escenarios.

Ni el Contralor de entonces Edwin Riaño, hoy premiado con un alto cargo en la gobernación del Tolima, ni el Personero de la época Isaac Vargas, hoy también ascendido como Procurador Regional del Huila, se pronunciaron sobre estos hechos y guardaron silencio ante estos censurables hechos.

Estos nuevos elementos, conocidos por toda la opinión,  de afectación al patrimonio del municipio,  de los deportistas y de todos los ciudadanos ibaguereños, también deben ser investigados y sancionados, porque hasta el momento solo se ha hablado de los dineros que se perdieron, o mejor se robaron, en diseños y contratos para las obras que nunca se vieron, por una cuantía cercana a los 90 mil millones de pesos; pero sobre la demolición y destrucción de los antiguos escenarios que también se perdieron y que valen más de 10 mil millones de pesos, solo el togado Varón Palomino, busca responsables sin encontrar respuestas hasta el momento.