Lo del triunfo con Envigado deja mucho que pensar y reflexionar, siguiendo en la línea de los que quedaron más que aburridos con la actuación frente a Millonarios y eso se vio reflejado en la poca o casi nula asistencia al estadio. Fue de nuevo el mismo equipo desordenado, sin un esquema definido, sin un orientador o quien maneje los hilos en el medio campo. Montoya sigue mostrando que no merece ese rótulo.

Fue más de Ángelo Rodríguez afanado por recibir de espaldas al arco y pretender anotar. Hay que abonarle su buen cobro de la pena máxima. Volvió por ratos el Pérez que a todos nos vendieron, pero no fue tan positivo pese su buen gol. Sigue la defensa sin encontrar como ponerse de acuerdo sobre la labor que debe hacer cada uno y eso se vio perfectamente en el tanto conseguido por el equipo paisa donde hasta túnel hubo para la habilitación a quien marcó para el club envigadeño.

En el medio campo todos parecen querer hacer lo mismo y no hay coordinación entre Paz y Castillo, Villa afanado por atacar y Montoya que no marca a la salida del contrario. Esa fue la radiografía de lo visto en la tarde noche que al menos dejó tres puntos sin jugar bien y convencer, fórmula de muchos de los técnicos que han pasado por el equipo diciendo que con nómina escasa antes logran llegar a las finales.

La disyuntiva para el técnico Quintabani está en el límite de quién recogió un equipo con crisis de identidad y con un grupo que no parece saber para dónde va y qué es capaz de hacer, que pinta para cambios definitivos en su actitud y en sus líneas. Pero no es fácil hay que combinar muchas fórmulas como la de complacer al presidente que quiere promocionar “sus figuras”, la de los que creen ya haberse ganado un puesto en el onceno y por supuesto la de los que sabían que los técnicos de los últimos años no les darían oportunidad. Había rosca o diferentes maneras de ver el fútbol serían los extremos a validar.

Por qué hay elementos que sin ser algo extraordinario muestran que en el segundo equipo había con quién. Casos como el de Villa pone a pensar cómo hasta ahora se le utiliza pese a mostrar condiciones para llegar al arco, dominar y patear y si puede estar sucediendo lo mismo con otros elementos. La televisión y una buena parte de la radio destacó lo hecho por él y estuvo a punto de marcar, además de originar la falta que derivó en la pena máxima del 2 a 1. Cleider Álzate entró en el final del partido y es otro de los interrogantes sobre su fugaz destacada aparición de unos partidos y su rápida entrada en el limbo futbolístico. ¿Su lesión no curó?

¿Llega la participación esta semana que comienza en un torneo internacional y el primer partido frente a Bolivar de Bolivia dentro del calendario de la Suramericana y la pregunta es si hay o no con qué participar en dos eventos a la vez o si ya hay un camino para escoger entre este y el de la Liga Águila? ¿Hay nómina para los dos eventos sin que se termine cansando a los mismos con doble trabajo? Pregunta para Quintabani y Gabriel Camargo.