Por Manuel Alberto Caicedo Cañon

Esa fue la sensación que dejó el triunfo frente a Ecuador pese a que hay que hallarle la razón al técnico del país vecino cuando afirmó que su equipo se durmió y permitió hacer un juego más efectivo al onceno colombiano. También es cierto que el gol inicial de James le bajó todos los planes a los dirigidos por Gustavo Quinteros.

Hoy todos estamos felices y Pekerman que hace unos días estaba en duda hoy es el héroe como las nalgas y brazo de James Rodríguez y la derecha de Cuadrado. Pero no hay que subirse al bus tan rápido pues todavía faltan premios de montaña duros y complicados, la cosa no es tan fácil como hoy es la de estar en el segundo lugar a muchos puntos de Brasil y con pocos de diferencia de quienes nos preceden.

Vale la pena ser sinceros. Asi como Bolivia nos complicó colgándose los once de los palos, Ecuador no fue ni el remedo de esa selección local fuerte, rápida y efectiva del principio de la eliminatoria. Por lo tanto decir que fue la gran actuación y un gran examen para la tricolor, es mentira. Y aquí es donde todos dicen que “bueno porque sí y malo porque no”. Muy cierto es que ganar es lo importante y más en torneos rápidos y con nóminas recogidas en el camino, pero es que la selección es la cara de nuestro fútbol, es la historia de la evolución de nuestro balompié y hasta la vitrina de nuestros hombres para venderse al mundo entero.

Decir que Ospina fue grande cuando el balón no llegó sería un absurdo o decir que la defensa fue majestuosa cuando los atacantes ecuatorianos parecían el Deportes Tolima en su poca efectividad, es una falacia. Tanto así que dos salidas fallidas de Mina por poco ocasionan llegadas plenas de Ecuador.  Manifestar que la línea media manejó el partido como quiso se debe más a la poca iniciativa del rival que a demostraciones grandes de corte y ataque inmediato. Hasta el mismo James se vio desesperado, como Aguilar o el mismo Cardona pasado de peso y lento que no disparó una sola vez al marco. Cuadrado pasado de revoluciones y haciendo una de más. Todo se lo tapa el gol.

Pero se ganó y no jo… más dirá el lector. Es cierto aquí son los puntos los que nos llevan a Rusia y no el buen juego, pero hay que ajustar líneas cuando tengamos rivales grandes y de peso y pensando en el llegar al país de Putin las cosas son a otro precio y no podemos hacer el oso, debemos aspirar a hacer lo de Brasil. No ser campeones, pero si una decorosa presentación. Con Alemania, Francia, Inglaterra, o los italianos será diferente y solo resta un año para ser eso una realidad, contando con que pasamos la eliminatoria.

El hecho de pensar que los goles no los hacen los goleadores y que Falcao sigue siendo la estrella y el mejor de todos no deja de preocupar y que la irregularidad en selección sigan a Bacca, Muriel y todavía no cuajen los Borja, los Berrio o Santos Borré. O que sigamos todavía con Macnely como única opción para complementar o reemplazar a James. Son aspectos para reflexionar. El Dios del fútbol quiera que se enchufen los nuevos, los Uribe, los Barrios y que no se nos lesione el mejor y más regular Carlos Sánchez que no tiene reemplazo en esta nómina como James y Ospina.

Ganamos si, pero en el fútbol que se juega a corto plazo y tan competitivo de hoy seguimos por debajo de muchas nóminas que tendremos que enfrentar y ese tiempo se acabara y seguro entre agosto y septiembre estaremos hablando de lo mismo con los mismos. Aterrizar el avión en que nos dejaron estos seis puntos es necesario y saludable. Lo demás es furor del momento del hincha furibundo que este martes enloqueció con lo hecho en el Atahualpa.

Lo de destacar: La unión de los jugadores para trabajar en bloque. La salida de Arias por la derecha y como sus compañeros lo respaldaron. La continuidad de Sánchez. Lo que Berrío mostró al pasar el balón a James. La disciplina de Díaz para no salir mucho por su franja y entender que ante todo es defensa.

Lo de solucionar: Que Mina y Zapata no se den lujos de tratar de salir a hacer lo que no saben. Cardona que no olvide que su fortaleza aquí y en México ha sido el disparar fuera del área. A Bacca que como Falcao debe buscar el balón y no esperar que le llegue. Mateus Uribe que debe ajustarse más a lo suyo y soltar rápido el balón a los flancos o cambiar a los extremos. Macnely se ajusta a las necesidades del equipo o se queda por fuera.

Benditos dos triunfos que nos dejan camino a Moscú. Bendito el que no se ciega.