Periodismo de análisis y opinión de Ibagué y el Tolima

Cultura

Travesías de un compositor del Tolima

Travesías de un compositor del Tolima

Entre la docencia y la música. 

Rafael Falla Nieto es un compositor relativamente nuevo en el escenario musical colombiano, su primera canción Construir y Trascender, que le permitiera ganarse el concurso de canción inédita en el festival de música andina por parte de la Corporación Folclórica del Tolima, le dio el impulso y las ganas de seguir contando historias donde lo social, el amor y arraigo, se convierten en la columna vertebral de sus melodías. 

Hasta que no cumplió la edad de pensión no pensó en otra cosa diferente que servirle a la comunidad a partir de la docencia, esa que le ayudó a sacar adelante a su familia y convertirse en referente del corregimiento de Frías, municipio de Palocabildo, norte del Tolima, donde nació, porque su historia de vida nos sensibiliza y nos muestra esa otra Colombia donde se aprovechan las oportunidades.

Con Construir y Trascender cuenta la lucha de los campesinos de Colombia y en especial los de su tierra, pero no se encasilla y con lo enamorado que siempre ha vivido de Dalila Troncoso, su esposa, decide componer Ser Tuyo y Ser Mía, una hermosa canción que nuestra lo bello del amor en pareja desde que se dice el sí en el altar.

Cuando llegó al Café billar Europa a uno de los torneos nacionales, su propietario le dijo: siéntese y componga algo que tenga que ver con las tres bandas, esas en las que usted es un magnifico jugador. Rafael sus épocas de estudiante, se concentró y escribió la canción que se convertiría en el himno de los jugadores de este arte en el café, El Billarista.

Volver a Ti y Admiración, donde hace alusión a los llanos orientales,  La Jinca y Añoranza Campesina, ó Curramba un paseo vallenato, hacen parte de sus preferidas, de las 30 que están inscritas en Sayco, y se suman a otras melodías donde le compone inclusive a las ciudades que más recuerdos le traen como son Ibagué, ciudad musical. Armero, ciudad blanca y Falan.

 

Rafael tiene cuatro facetas musicales exploradas: la colombiana; la rumbera, el romántico con bolero y pasajes, y el social, donde cuentan historias de vida, en especial en esa ausencia de Estado en los pueblos donde los campesinos viven una realidad diferente a la que aparece en medios de comunicación, o las travesías por las IPS, la angustia de los pensionados o discapacitados en el país

Rafita hace parte de una familia de 12 hermanos, que como muchas otras de origen liberal o conservador en esa guerra partidista de los años 50, tuvo que salir aparatosamente de la tierrita de su padre, luego del aviso que llegara de manera anónima donde la daban una oportunidad a todos los integrantes de abandonar lo trabajado durante dos décadas.

Su padre no lo pensó dos veces, años atrás había perdido a su compañera de lucha, Verenice, por pre eclampsia, en el nacimiento de Rafael, que como los anteriores nacimientos fueron en la finca con la ayuda de una partera. Desde ese momento los hermanos mayores, y en especial las mujeres tomaron las riendas de la crianza y oficios caseros, donde se incluía la alimentación de los trabajadores temporales que ayudaban a don Carlos Julio a transportar el café y otros productos agrícolas en las 50 mulas desde  Líbano, Villahermosa, Falan y Casabianca hasta Armero, punto comercial de la región.

Pero don Carlos Julio no soportó la idea que le quitarán lo que había comenzado desde cero, su finca cafetera, sus 100 vacas, 50 mulas y 5 caballos sabaneros. Era un campesino que fue creciendo poco a poco, haciendo lo único que le habían enseñado en la vida, trabajar. Ya cuando vio que sus hijos estaban a salvo, entregó los ahorros a uno de ellos para que continuara el camino hasta Ibagué. Don Carlos se sentó en una piedra y con unas tijeras trato de quitarse la vida, no soportó la injusticia. No era su hora, vivió unos meses más, los suficientes para seguir en profunda depresión, coger el valor de regresar a la finca y quitarse la vida de otra manera. Esta vez lanzándose desde el alto de Peña.

A Rafael lo enviaron para Cali a culminar los estudios de primaria, donde un gran amigo de la casa. En ese tiempo sus hermanos poco a poco habían regresado a la finca de su familia donde encontraron solo la tierra abandonada, lo demás se lo habían robado. La amnistía promulgada por el presidente Carlos Lleras Restrepo en el año 1957 les permitió volver a empezar.

Al culminar sus estudios de primaria regresó a Falan, se acercó a un político que hablaba en la plazoleta central, que hacía campaña para la gobernación del Tolima y apenas terminó su intervención le contó su historia pidiéndole ayuda para conseguir una beca y así concluir sus estudios secundarios en la Normal Nacional de Ibagué.

 

Era Alfonso Jaramillo Salazar, el dirigente liberal que conmovido por los hechos que rodeaban su vida, hizo la gestión para conseguirle por un año como se lo repitió varias veces, la beca que incluía alimentación. Falla Nieto se dedicó a estudiar y se destacó entre todos sus compañeros. Al finalizar el año escolar el rector le comunicó que tenía que conseguir el auxilio económico para seguir sus estudios. Sus ojos se encharcaron porque estaba enamorado de lo que hacía. Rafa suspiró y le dijo al rector: “me regreso al campo porque no tengo plata”.

Dos días después el rector volvió hablar con el muchacho al que le dio las buenas nuevas, “mijo lo postulé para la beca con el ministerio de Educación”. Concursó y pasó sin ningún problema, y así culminó sus estudios de bachiller, algo exótico para el año 1965.

Se presentó en la facultad de educación de la universidad del Tolima en la carrera de Química y Biología, donde también pasó. Con el certificado de matricula volvió a tocar puertas, esta vez  al gobernador de turno, Camilo Polanco Urueña a quien le expuso su caso pidiendo un puesto para sostenerse. Falla Nieto solo dijo, “doctor yo estoy matriculado quiero trabajar y estudiar a la vez” y contó su historia, esa que en medio de tanto dolor sigue abriendo puertas.

Polanco Urueña ordenó al secretario de turno el nombramiento. Su primer trabajo fue en la escuela Diego Fallon en el barrio Belén de Ibagué, pero por un mes no más. Luego empezó a recorrer instituciones educativas mes a mes hasta junio, cuando fue trasladado a la secretaria de Educación a coordinar la capacitación magisterial que se hacía en las vacaciones de junio y julio, y noviembre y diciembre.

Hizo una pausa en el Tolima y partió para el departamento del Meta, donde se enamoró de su folclore, y gracias a ser ya un diestro en la guitarra le permitió montar un nuevo grupo con el que recorrió los 29 municipios de la región, aprovechando las visitas para hacer la implementación de los laboratorios de química y biología, así mató dos pájaros de un solo tiro.  Dos años después inició sus estudios de postgrado en Bogotá y luego, regreso a Ibagué, donde laboró en algunas instituciones de educación hasta que llegó la resolución de pensión, después de 35 años continuos de trabajo.

Rafael Falla Nieto cumple 70 años en el 2017, sigue teniendo esa sonrisa de hombre de campo, transparente. Solo espera que sus 7 hermanos mayores, 4 mujeres y 3 hombres, en conjunto con sus hijos Néstor Iván, Lida Marcela, Jair Andrés y Claudia Constanza; nietos y sobrinos, puedan estar en esa reunión donde se recordarán todas las melodías que ha compuesto y se brindará por la vida de un hombre que ha dejado un legado grande para las nuevas generaciones, en especial para las de su corregimiento Frías donde lo ven como el campesino raso que triunfó en la ciudad.

Por: Óscar Viña Pardo

Anécdota personal:

Mis primeros llantos fueron escuchados por este hombre hace 46 años, desde entonces siempre ha estado presente en todos los actos importantes de la vida de mi familia, es mi padrino de bautismo, Rafael Falla Nieto.

Con Luis Narciso Viña, mi padre, Rafael compartían no solo desde el trabajo desde el año 1968, sino desde la música y el deporte. El 21 de mayo de 1971 Luis lo invitó a la celebración del día del maestro en el Parque Deportivo, pero compromisos con la universidad del Tolima le impidieron acompañarlo. Al llegar a casa en el barrio 20 de Julio a la 1 de la tarde le dan la noticia que su amigo se había ahogado en el Parque Deportivo.  Desde entonces siempre ha estado presente en los momentos gratos y duros que he pasado, como los cumpleaños o navidad o los sepelios de mi abuelo, mi madre y mi hermano.

 

 

Siguenos en WhatsApp

Artículos Relacionados