En un breve escrito que se constituye en una de las mejores prosas que se haya escrito sobre la capital del Tolima, el exministro y exsenador Alberto Santofimio Botero, nos hace llegar un hermoso texto que desde los recuerdos reales e  ignotos retrata al Ibagué que todos soñamos.

El exgobernador del Tolima,  intelectual y presidente de la Academia  Cesareo Rocha, lo califica como una narrativa mejor que Borges y el escritor Carlos Orlando Pardo, la considera como "la verdadera historia de un pueblo que traza desde sus rincones y la evocación..."     

El texto es el siguiente: " Todos los días, como un devoto oficio religioso, pienso en Ibagué. Sueño que mis ojos fijos, están frente a tu paisaje. Al esplendor de su Nevado. Al rumor de de su rio. A la majestuosa presencia de su llano. Al verdor resplandeciente de sus enhiestas montañas, y de sus empinadas cordilleras .A ese azul infinito de su cielo en verano, como atravesado por los versos de Juan Ramón Jiménez , y el canto juvenil enamorado de los poetas de Piedra y Cielo.

Siento correr el travieso ritmo de sus acequias, en el pecho de los arrozales, y el rumor de las torrenteras de sus quebradas , bajando alegres, desde las altas cumbres.

Escucho en las noches el sonido del piano de Leonor Buenaventura, interpretando Rondinela. Y, la flauta de Manolo Montealegre, llorando un pasillo. Y , las voces de Garzón y Collazos, con Tupinanba. Y , Rodrigo Silva, estremecido con su amor marino y con su Bucanero. Un coro de presencias y ausencias domina el escenario. Los Inolvidables, con la voz serena  y encantada de Arnulfo Moreno. Y , El Viejo Tolima, y los Casallas, y Luis Enrique Aragón, "El Calentano " de la bohemia Galante. Es una noche estrellada. Bajo por la carrera cuarta, en medio de un conjuro de sombras, y aparece con su batuta mágica el Maestro González, dirigiendo otra vez , su coral. Subo por la calle doce, y me encuentro de súbito a Perini, entonando al compás de su acordeón maltratado ,Malena baila el tango, como ninguna. El me acompaña ahora en mi travesía nocturnal  de sueños y fantasmas. Llegamos al Parque López de Galarza, desierto al borde de la madrugada, y surgen de las tinieblas Miro, Néstor y Jorge, "Los Sureños", con sus voces multiplicadas en una sorprendente serenata de amor.

Después de la poesía, el amor y los sueños repetidos, no puede seguir sino el silencio.

Razón tuvo Borges cuando dijo: " A Buenos Aires la juzgo tan eterna como el agua y el aire." Idéntica emoción me invade todos los días, repitiendo mi infinito amor por Ibagué".

Comentarios

Lo que piensa Cesareo Rocha: " Superas a Borges en la magnífica narrativa de la ciudad amada....!!!"

Lo que dice Carlos Orlando Pardo: " La verdadera historia de un pueblo es esta que tu trazas desde los rincones del espíritu y la evocación. Nada más bello sobre Ibagué que este retrato íntimo que tiene la magia de transportarnos, como en una máquina del tiempo, a personajes y lugares que han hecho el concierto verdadero de nuestra existencia. Gracias Gran Pluma por este paseo hacia los lugares donde hemos sido felices, porque a nosotros como a ti, no nos movió en el fondo sino atesorar momentos que sin quererlo, son el patrimonio interior de nuestra vida".