Víctor Sánchez Riveros 

Un amigo pensionado  al leer este título, creyó  que  me refería a la situación de la vieja  y profunda crisis universitaria, donde los malabares de la derecha  y de la izquierda  tienen descuartizado al movimiento estudiantil, a las organizaciones de  profesores y a los sindicatos.

Pero no. Luego de ver esta función del colectivo   “La multicolor Teatro” uno de los cinco grupos participantes en   el pasado  Festival de Teatro en la Universidad del Tolima, realizado del  4 al 8 de septiembre; que desde hace quince años  organiza  el  estoico maestro Bejarano; le dejé  claro, que estaba   refiriéndome   al nombre del  montaje teatral de creación colectiva de un formidable grupo de artistas universitarios.

Arte para pensar y gozar, es la insignia de esta cita teatral, que deja en el ambiente una permanente inquietud sobre el papel de la universidad, de los artistas, de la academia frente al aquí y el ahora  de la actual coyuntura de paz. Algunos experimentan  una parálisis colectiva y creen que la universidad debería jugar un papel más dinámico en la región, y más cuando se trata de estos temas que tienen que ver con el conflicto armado, con la historia , con nuestra forma de hacer y de ser , que es la cultura.

Esta  creación colectiva , señala tal vez  una ruta, de la importancia del arte que se hace desde la universidad, sus temáticas no resueltas, las historias que no se cuentan, la realidad ante la cual callamos y  sigue la ruta de grupos tan importantes en este país, nacidos en la universidad como el  Teatro Experimental de Cali de Enrique Buenaventura o La Candelaria de Santiago García; que  marcaron el quehacer teatral con esta  técnica de hacer montajes y obras que son emblemáticas de la dramaturgia nacional, a partir del trabajo colectivo.

El Tolima carece  de una producción teatral significativa, existen más  esfuerzos  individuales y se mantienen gracias a sus virtudes y perseverancia, que grupos de teatro estables. Sin embargo  al parecer el ambiente teatral en la ciudad de Ibagué está cambiando  y para muestra, este importante evento, que presentó en una semana seis montajes teatrales de diversos colectivos tanto de obras de autor como fruto de laboratorios y experiencias de creación colectiva.

“Malabares para la mano derecha” ,que tuve la fortuna de ver, impactó entre el público conformado por estudiantes y profesores de diferentes centros educativos. Resume la historia de los“ falsos positivos ”, o como deberían llamarse realmente , desapariciones forzadas ; con unas escenas conmovedoras nos trae a la memoria  hechos y noticias tan recientes que todavía arrancan lágrimas porque víctimas y victimarios están aún presentes y actúan  en la escena nacional.

Una bien lograda y funcional escenografía, un vestuario que ayuda a encontrar  el hilo argumental de la obra  y una particular sonoridad   con aires de la música  popular, brindan  la ambientación a un relato documentado  que escarba y   sacude la memoria histórica en uno de los momentos  más significativos de la  región y del país.

La Multicolor Teatro, grupo integrado por Mayra Pulido y Jennifer Ramírez, estudiantes universitarias; Vivian Andrea García, profesional egresada del programa de Ingeniería Forestal , la reconocida profesora  y artista, Yenny Alexandra García, es dirigido por Alejandro Orjuela Rozo un experimentado actor y director de teatro. Inició  su trabajo de estudio y práctica en la técnica actoral hace ya varios años y como resultado después de 15 funciones, tiene para mostrar unos personajes bien caracterizados y elaboran  un libreto y una estructura dramática  de  teatro histórico  que puede y debe  ser continuada, además de  promocionada en muchos  escenarios.

Habrá otra oportunidad de ver las demás obras programadas en este festival  como la de Médula Teatro, con Libardo Díaz y Faber Peña; o  una “ Felina Fábula ”  de Mohán Machín; los montajes del  grupo Laboratorio Escénico Bajo la Escalera, o los “ Cuadros de Amor” integrado por estudiantes del SENA y dirigidos por el maestro Wilson Hernández; para tener un panorama de la producción teatral tolimense, que por lo visto, mejora sustancialmente, con iniciativas autónomas de formación propiciadas desde los semilleros de investigación de teatro y títeres, que ojala sobrevivan a la vieja  universidad  que andrajosa, sucia y mezquina, se come  el presupuesto para las actividades artísticas y  culturales

Y hablando de la vieja y profunda crisis, hay cosas que no se dicen   pero se ven. La universidad tiene otras facultades, muy distintas a la de los Decanos; si miramos este y otros eventos que se producen en la UT,al parecer  se estágestando  otra universidad o una pluriversidad del Tolima, dirán los entendidos. Aquella que germina en los laboratorios con  los semilleros  de investigación científica y académica, la que se imagina en los corrillos  alrededor de un tinto en el   parque  Ducuara, la que quiere salir de sus antiguas aulas, la que no dicta clase.

Bienvenida la nueva universidad que reverdece entre las ruinas del desastre administrativo y académico del primer centro público de educación terciaria del Tolima. La vieja universidad debe seguir el camino del vicerector recientemente trasladado al reclusorio en Neiva.