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Los orígenes de la celebración del 25 de diciembre

Los orígenes de la celebración del 25 de diciembre

Según la tradición popular, celebramos la Navidad el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús de Nazaret, figura central del cristianismo y una de las más influyentes de la cultura occidental. 

Sin embargo, no existen registros históricos fiables de que Jesús nació esa fecha específica ni en el Nuevo Testamento ni en el Antiguo Testamento. Es probable que a lo largo de la historia los Papas hayan elegido el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús con la intensión de que los fieles cristianos se apartaran de las celebraciones paganas.

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Cuando estaba reinando el emperador Constantino el Grande, legalizador de la Iglesia Cristiana y responsable de que extendiera por todo el mundo, se propuso que el 25 de diciembre se celebrara el nacimiento del Salvador por su coincidencia con el festejo romano llamado Sol Invictus.

El festejo Sol Invictus era una celebración del dios indo-iraní Mitra, muy difundido para la época, y que se representaba en la figura del sol. La Iglesia Católica vio que por esas fechas el fervor religioso era grande y quiso la celebración del nacimiento de Jesús.

Así mismo ya se comenzaban a interpretar algunos pasajes bíblicos en el sentido del Cristianimo: “sol de justicia” que habría brillado “con la salud en sus rayos” (Malaquías 3,20). Jesús, durante su predicación, dijo que “Yo soy la luz del mundo” (Jn 8,12). De esa relación entre las celebraciones religiosas el Cristianismo quiso tomar esa fecha y fijarla como la del nacimiento de su profeta.

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Según otra teoría, en el Judaísmo hay una idea de que los profetas de Israel tienen una "edad integral", según la cual la fecha de muerte de sus profetas coincide exactamente con la de la concepción de los mismo. Es decir que su muerte será la misma fecha de su concepción.

Si se tiene en cuenta que la muerte de Jesús fue el 25 de marzo, y partiendo del hecho de que fue a los 33 años exactos de vida, el nacimiento fue nueve meses después de la concepción, es decir el 25 de diciembre. De ahí que se celebre en este día.

De todas maneras, una breve conclusión de la celebración de esta fecha de la que existe textos escrito y relatos considerados ciertos, es que la Nochebuena y la Navidad, fueron creadas e instituidas por la Iglesia Católica de occidente en el año 354 durante el papado de Julio I, si bien fue el emperador Justiniano en 529 quien emplazó ese día festivo en el calendario.

La fecha no fue seleccionada al azar y tiene un origen pagano como ya lo dijimos, derivado del culto de Mitra (el dios del sol de los persas durante los siglos VII y VI anterior a nuestra era), en la cual los pueblos indoeuropeos solían celebrar el solsticio de invierno, la noche más larga del año, que preanunciaba el próximo retorno del sol tras el frío del invierno. Es decir, tiene una elevada carga de sincretismo al que nos tiene acostumbrado la iglesia católica a traslapar las celebraciones y creencias de tribus aborígenes y pueblos antiguos, a ritos que amolden las creencias, la ideología y el pensamiento político-religioso a sus propios intereses y su propia doctrina.     

  

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