Mientras que unos piensan que el alumbrado del 7 de diciembre, es el advenimiento o adviento, preámbulo de la Navidad, anunciando el nacimiento de Jesús y el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, otros opinan que la luz tiene otro simbolismo y que se relaciona con el conocimiento interior de las personas y la liberación de sus limitaciones. 

Sea como sea, lo cierto es que al hablar de alumbrado, velas o luz, estamos refiriéndonos al fuego que no es solo uno de los elementos fundamentales de la formación del mundo, sino un instrumento de desarrollo desde que el hombre los descubrió. 

La Biblia es abundante en citas sobre la luz. La considera una metáfora desde Juan 1.5 que dice "Dios es luz". El propio Jesús utilizó la palabra para describir las buenas obras: "Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras".

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Sin embargo, existen quienes le otorgan un valor filosófico más preponderante que el meramente religioso. 

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La Masonería, por ejemplo, considera que en el simbolismo de su hermandad de hombres libres y de sanas costumbres,  la luz es un factor de vida universal, cuya interpretación está claramente definida, puesto que representa al guía natural del entendimiento humano como emblema de las facultades indispensables para lograr el estudio, la comprensión y la interpretación de todas las ciencias y de las artes, que el genio humano está llamado a desarrollar y a fomentar en todas sus ramas en sus diferentes actividades. 

La oscuridad es símbolo de limitación; mientras que la luz significa el eterno viajero de la liberación de limitaciones. El órgano visual en este camino no es la vista ocular sino la mente, inteligencia, de la ilustración y del talento del hombre. 
La luz tiene origen del fuego y se produce por medio de la acción de este, y no cabe duda que el fuego genera destrucción, reacción, evolución, cambio, transformación y de la purificación de todos aquellos elementos orgánicos o inorgánicos, que han pasado bajo su acción directa.

 En consecuencia, esto en el fondo, es el verdadero contenido simbólico de la noche de velas, de luz o de fuego; pero además, tener conocimiento, la armonía y la fuerza mental, la concordia entre el pensamiento y la acción.  

De cualquier manera que usted piense, la luz lo conduce a caminos de claridad y sabiduría, de tal manera que no importa la escuela filosófica en la que milite sino el provecho que le pueda sacar al conocimiento. 

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No en vano existen tantas frases y dichos atribuidos a diferentes autores sobre la luz. Estas son algunas de ellas: 

"La oscuridad no existe, la oscuridad en realidad es la ausencia de luz": Albert Eistein 

"La primera criatura de Dios fue la luz": Francis Bacon 

"La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad; sólo la luz puede hacerlo": Martin Luther King Jr. 

“Podemos perdonar fácilmente a un niño que tiene miedo de la oscuridad; la verdadera tragedia de la vida es cuando los hombres tienen miedo de la luz":  Platón.

 "Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad": Eleanor Roosevelt.

“Hay dos maneras de difundir la luz, ser la lámpara que la emite, o el espejo que la refleja.”: Yutan Lin