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Cultura

Ibaguereños: ¿Y para cuándo el cuidado del ambiente?

Ibaguereños: ¿Y para cuándo el cuidado del ambiente?

¿Y dónde está el sentido de pertenencia por el planeta? ¿Dónde está la gente que vive asustada por el cambio climático y vive alarmada por los terremotos en México y los huracanes en el Caribe?

Acaso necesitamos un problema local de gran magnitud para que le dé un timbrazo a nuestra conciencia y tomemos las riendas por una cultura donde disminuyamos el consumo excesivo y empecemos a valorar lo esencial, lo natural; el aire por ejemplo.

La gente se queja de la intervención de la policía cuando hace retenes en las calles de la ciudad, tanto así que ya se acostumbraron a esta metodología y fue eso lo que quizá hizo falta el llamado día sin carro, donde la intención de las personas que tomaron la iniciativa de hacer una jornada sin vehículos, es darle un respiro al planeta.

Difícil es cambiar el chip hacia una cultura de bienestar, cuando todos están esperando que la población tome la iniciativa para correr a hacer lo que los demás hacen, o en el peor de los casos, que las autoridades estén con libreta de comparendo en mano, para que la gente entienda y comprenda las cosas.

El día sin carro,  alguien me decía que no lo hacía porque esperaba que la gran mayoría lo tomara la iniciativa, ojalá esa gran mayoría no le dé por tirarse de un puente porque me quedo sin amigo.

Por qué será tan difícil entender que estas iniciativas nos benefician a todos. Aplaudimos el hecho de las autoridades no intervengan en un día como estos, porque nos sirve para darnos cuenta de que como ciudadanos somos un estorbo, somos un mal que maltrata al ambiente.

Muchos se refugian en el hecho de que tienen que trabajar, que tienen que cumplir un horario, que no hay tiempo para caminar al trabajo, o en el peor de los casos que no hay dinero para tomar un transporte de servicio urbano, o un taxi.

Quizá el problema radique en la indiferencia de las empresas que de manera egoísta no atienden el día sin carro, cuando el deber ser sería que las empresas le dieran un respiro a la ciudad no abriendo sus locales comerciales por ejemplo, teniendo en cuenta que son de aquí, viven aquí y la plática se hace aquí. Pero cierto, el dinero resulta más importante, prima el comercio, las ventas y la contaminación; todo por el lucro, a sabiendas de que el dinero no puede comprar un ambiente mejor.

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