Cultura
Entre la economía y la música. La historia de un talentoso mariquiteño
Daniel Felipe Díaz nació hace 20 años en San Sebastián de Mariquita. Tierra de tradición artística y cultural. Desde que su memoria se lo permite, recuerda que la música le consume el alma.
"Desde muy chiquito me sabía todos los álbumes de Juanes. También me gustaban los Black Eyed Peas. Después viajé a vivir a África y me enamoré del rap. Me empezaron a gustar muchos grupos africanos", reseña Danéh.
Su residencia en el continente africano se debió a un traslado de su padre por motivos de trabajo. Durante cuatro años vivió en Zambia y Nigeria. Asegura que su manera de ver el mundo cambió por completo después de su estadía allí.
"Crecí muchísimo como persona. Aprendí a valorar todo lo que tenía. Veía problemáticas muy graves; gente muriéndose de hambre, algo que también pasa en Colombia, somos un país muy desigual, pero allá lo noté todavía más. Vivir en África me ayudó a ser la persona que soy hoy en día", relata el joven mariquiteño.
A pesar de vivir tanto tiempo en otros lugares, es consciente que sus raíces las tiene en el norte del Tolima. Las reminiscencias a menudo lo transportan al Parque Mutis, cuando de niño en las mañanas de domingo su familia lo llevaba a comer buñuelo con avena.
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"Mi familia y el Tolima han sido muy importantes en el proceso de volverme un artista. Siempre he sentido apoyo de todo el mundo. Y cuando tú quieres empezar un proyecto, es clave sentir que te apoyan, te dan ganas de seguir adelante y luchar por lo que quieres", reconoce Daniel.
Arte de protesta social
Hasta el momento una de sus canciones más destacadas es sin duda alguna "Locombia". En ella narra la tragedia contemporánea de una Colombia sumida en las desigualdades e injusticias. Es una denuncia llevada al arte, se trata de una catarsis que convirtió en música.
"El proceso para componer Locombia en realidad fue muy orgánico. Yo estaba viendo noticias y pasaron uno de los cientos de casos de líderes sociales muertos. Me dio muchísima rabia y me puse a escribir de una. Además agregué otras cosas que han pasado. Todo eso lo plasmé en estado de rabia y escribí la canción", cuenta él.
No entiendo qué está sucediendo
En La Guajira, de hambre los niños se están muriendo
Te juro que no comprendo
5 mil infantes muertos, no hubo atención, fallecieron por desnutrición
No me pidas que me calme
Leo esa noticia y me siento como un cobarde
Canta Danéh en "Locombia", y a su vez exclama:
Me cansé de la corrupción, también de la desigualdad
Me cansé de que el que diga Uribe siempre va a ganar
De la falta de educación
Yo solo quiero hablar, quiero comerme una empanada y no me vayan a multar
Rapea el joven tolimense, en lo que es una radiografía de la cruda e inverosímil sociedad colombiana.
Sin embargo, no concibe la música como una camisa de fuerza. Considera que es una herramienta valiosa para alzar su voz de protesta, pero ve en ella también la posibilidad de dar a conocer lo que pasa por su mente y corazón.
"Las canciones con contenido social son muy importantes, es necesario que alguien alce la voz. Pero no solo quiero hacer rap conciencia, deseo hacer música que a mí me guste hacer. Que me divierta y la gente se la goce", subraya Danéh.
A propósito, recuerda que antes tuvo otro nombre artístico, y cuando empezó a estudiar Economía en la Universidad de la Sábana en Bogotá, optó por cambiárselo. "Duré como un año sin hacer música, entré a la universidad y dije, quiero volver pero me voy a cambiar el nombre. Como sé que el Departamento Administrativo Nacional de Estadística es el DANE, se me ocurrió ponerle una tilde y una H y sonaba chévere. Un rapero economista", explica entre risas.
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Nuevos horizontes
Como ya se dijo, Daniel Felipe no desconoce el potencial que hay en la música para cantar las verdades de Colombia. Aunque, el amor, los desencantos y otras pasiones también hacen parte de su repertorio. Es la ventaja que le da el hecho de ser intérprete y compositor al tiempo.
"Yo hago música para desahogarme. Es una forma de terapia. No soy de psicólogos o hablar de mis problemas. Escribo en un papel lo que siento. Y percibo que a la gente le está gustando. Soy tímido, me cuesta expresarme, y con la música puedo hacerlo. Si las personas me escuchan, y genero un cambio o simplemente la gente disfruta con mis canciones, eso ya me hace feliz", señala él.
Aclara que en estos momentos sus inclinaciones apuntan hacia el reggaeton o géneros más frescos. "Ahora me estoy enfocando en esto, pero lo que siempre me va encantar es el rap y el hip hop".
Entre su repertorio figuran sencillos como "Vuelve con él", "Te pienso", "Luna" y "Ahí". Canciones que cumulan miles de reproducciones en distintas plataformas y redes sociales.
Por ahora, este joven mariquiteño, promesa de la música urbana, espera con ansias la oportunidad de regresar al estudio y soltar todo lo que se le ha ocurrido en el confinamiento. Advierte que Mariquita está presente sus letras.
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