Es difícil imaginarse una navidad sin un pesebre o sin un símbolo de la época. Alrededor de ellos siempre se han reunido las familias, los vecinos del barrio y la comunidad en general.

Sobre esta actividad de fin de año han girado las relaciones y los balances colectivos e individuales en barrios, empresas, colegios y en cada lugar donde haya un grupo de personas hay un pesebre o un símbolo  por estas fechas festivas. En Ibagué hay muchos. Uno de ellos queda en la sede central del Sena. Esta es su historia.

Dicen que el pesebre se lo inventó San Francisco de Asís, el santo de la humildad y de la pobreza. Esa representación del nacimiento del niño Jesús, el mesías profetizado del cristianismo, llegó a Colombia en las puntas de los arcabuces de los conquistadores españoles en el siglo XVI. Varios siglos después esa y otras tradiciones siguen presentes en la cultura colombiana.

En la sede central del Sena hay un pesebre que es una excusa para instruir a los aprendices. Sobre ese pesebre se condensan cientos de valores que le sirven a los instructores del Sena para orientar a los aprendices en las gracias que trae consigo la época navideña. Como se sabe en el Sena entienden la formación como profesional e integral y, dentro de la integralidad, entienden la formación por valores. De allí el énfasis que ponen en las alegorías cristianas que brinda la navidad.

La biblioteca del Sena es uno de los lugares que más valor tiene para los aprendices. No solamente están allí los libros en físico, sino que también está un buen número de computadores que les permite acceder a la información que está colgada en la nube. El sistema de bibliotecas Sena está integrada por 115 bibliotecas en todo el país. Cada centro de formación tiene su propia biblioteca y dentro de todo el sistema de bibliotecas la regional Tolima ocupa el primer lugar a nivel nacional, con una 34.000 consultas en promedio.

Afuera de esta biblioteca, saliendo a mano derecha, está el pesebre del Sena, uno de los más grandes de Ibagué.

El lugar es iluminado y amplio. Un zigzagueo por algunos pasillo lleva a la biblioteca e, invariablemente, al pesebre. Por cada mes en la biblioteca del Sena trabajan un tema y le asocian un valor. En mayo pasado, por ejemplo, trabajaron el tema del mes de la madre y por extensión el valor de la familia. En junio trabajaron los valores de la tradición folclórica. Y así, hasta llegar a diciembre e inevitablemente tomar el tema de la navidad y asociarlo al reencuentro como valor.

Pero este reencuentro se entiende en tres dimensiones importantísimas:

1. El reencuentro con nosotros mismos. 

2. El reencuentro de la familia como núcleo esencial de la sociedad.

3. El reencuentro de los actores sociales que se encontraban distanciados en nuestro país.

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No todas las personas están con sus familias o en su lugar de nacimiento para navidad. Hay quienes por cuestiones de trabajo pasan estas fechas fuera y solos. El reencuentro es la posibilidad de, como la parábola del hijo pródigo, volver a los orígenes a repensar el camino recorrido. Ese es el valor que se escogió en el Sena en esta ocasión.

La escogencia del símbolo del reencuentro responde a una planificación que desde la biblioteca del Sena hace cada mes. Primero toman un concepto y luego discuten su simbología. El reencuentro no solo es con los seres queridos, sino que se trata del reencuentro con nosotros mismos.

El pesebre para ellos lleva a los aprendices a reforzar la parte personal de la espiritualidad, importante para desarrollar los valores éticos y el sentido social. Todos los materiales del pesebre se hacen con reciclaje.

Allí la navidad no gira solamente en torno a pesebre.

Este año en la biblioteca del Sena pensaron en el tren como símbolo de ese reencuentro. Diseñaron un tren que atraviesa la mitad de la biblioteca. Son varios metros de vagones puestos sobre unos rieles pintados. Ese tren es el que traía a las personas que están lejos y al estar ahí trae una parte del pasado. La alegría de traer a un familiar en navidad.

El tren también como una forma de que los jóvenes aprendices sepan de la historia de Ibagué, que se enteren que donde hoy está la terminal de transportes en otro tiempo estuvo la estación de trenes que tanto desarrollo le trajo a la región. Al tren se lo llevó el tiempo como se lleva todo. Muchas veces los aprendices no tienen en cuento eso. El tren es simbólico porque nos lleva a pensar en lo nostálgico, lo evocador y lo romántico.

La parábola del hijo pródigo es muy importante en esta actividad. Ese reencuentro que quieren resaltar desde la biblioteca del Sena no solo es espiritual, también se está viendo en lo social. Allí dicen que así como la sociedad colombiana está recibiendo a unas personas (los desmovilizados de las FARC) que se habían salido de su seno esperan aceptarlos en medio de los valores cristianos. Recibirlos también que nunca sientan la necesidad de volver a salir de su hogar.

El tren es grande, construido con materiales de reciclaje. Con dos muebles viejos que habían sido dados de baja construyeron la cabina del conductor. Los vagones donde están los libros son los mismos estantes decorados con cartones y telas quirúrgicas.

Los aprendices se suben a la cabina del conductor y estimulan la toma de decisiones. Sobre el piso hay dos posibles vías con su respectivo significado simbólico. En la biblioteca también se desarrollan otros tipos de actividades: un cineforo, un taller literario, un centro literario, entre otros más, siempre giran en torno al tema que se haya escogido.

Los días en que se desarrollan las novenas la asistencia en grande. El estruendo de los cantos se escucha desde afuera. Los aprendices y los visitantes hacen sonar sus panderetas, muchas de ellas fabricadas ahí mismo en el Sena. La alegría es grande y el eco de las voces recorre los pasillos del centro educativo.

Aunque normalmente las personas que asisten a las novenas son familiares o amigos de los instructores y aprendices del Sena cualquier persona puede asistir a los evento que se realizan este mes, como las novenas.

Para quienes quieran asistir hay tres jornadas en las que pueden asistir: en la mañana, a las 8:00 a.m.; en la tarde, a las 2:00 p.m.; finalmente hay una jornada en la noche, sobre las 8:00 p.m. Quienes quieran asistir a las novenas del Sena lo pueden hacer desde el 16 de diciembre.

Textos y fotos: Camilo Jiménez