Con motivo del cambio de diseño y modernización de este portal, el exministro y exsenador Alberto Santofimo Botero, nos hizo llegar una nota contando trazos de una de las más importantes épocas del periodismo tolimense condensadas en el diario más grande, en nuestro criterio,  que ha tenido el departamento.

Con una población infinitamente inferior a la actual, el periódico El Cronista, tuvo una circulación certificada de 10 mil ejemplares diarios en todos los municipios del Tolima, en la mayoría de ellos con agentes y corresponsales propios, pero lo fundamental, era un medio que movía opinión, el debate, la discusión, y por su sala de redacción pasaron las más caracterizadas plumas de la región, ministros, gobernadores y destacadas figuras de la política  y la cultura.

Hoy, Santofimio, escribe una nota de recuerdos y de historia que rememora una época contemporánea inolvidable para los que alcanzaron a pisar la mitad del siglo pasado y parte del que vivimos. Con su narrativa característica, clara y profunda, de avezado periodista y escritor, uno de los directores del histórico diario ibaguereño y tolimense, nos cuenta este emocionante relato.

"Muy apreciado Humberto. El nombre de El Cronista está estrechamente ligado a mi vida y a mi lucha. Mi vocación política discurrió siempre de forma paralela con mi ejercicio temprano del oficio de periodista y el secreto culto del escritor.

EL CRONISTA, desaparecido Tribuna, del sacrificado Héctor Echeverry Cardenas, llego a ser, no solo el único diario escrito del Tolima, y el de mayor influencia y circulación .

Tuve el honor de ser columnista, Subdirector y Director de ese Cronista que hizo historia, y marco toda una época de nuestra tierra. Sus páginas editoriales, su suplemento literario dominical, dirigido por el legendario poeta Emilio Rico, los análisis económicos semanales. orientados por Diego Castilla Duran. Los  acontecimientos judiciales a cargo del penalista Alexander Salcedo y del ágil, incisivo e inolvidable cronista Agustín Angarita Somoza. Los episodios sociales, a cargo de Inés Duque de Zamora. Los deportes, bajo el ojo certero y el humor travieso de Jorge Eliecer Barbosa Ospina. Los trazos de historia de José Ignacio Arciniegas. Una legión de talentos tolimenses de varias generaciones. Una visión de pareceres diversos e independientes, unidos por el respeto a la verdad, la transparencia en la noticia , y la suma e insobornable libertad en el comentario.

En esta pléyade no se puede olvidar al famoso escritor Germán Santamaría, que en sus inicios bajo el seudónimo de José Trigo, comenzó a demostrar lo que iba a ser en las letras colombianas. Igual cosa, con Armando Gutiérrez Quintero, Armando Calderón y Víctor Prado Delgado, hombres que dejaron su impronta en el periodismo tolimense.  

Esta hazaña periodística no hubiera sido posible, sin el generoso patrocinio de los gestores de la segunda época de El Cronista, en el siglo pasado. En la primera, Los patricios liberales Alberto Castilla Buenaventura, Segundo Santofimio Mejía, mi abuelo, Enrique Caicedo Carvajal, Rafael A .Díaz Martínez, Enrique Vélez, entre otros.

En la segunda época, en los años 60, en pleno ejercicio de las instituciones y los hombres del Frente Nacional  cuando aun había "silbos de llama en la brasa", como dijo  Zalamea, de la noche de la violencia partidista que el Tolima heroico sufrió más que cualquier otra región de la patria, un grupo de dirigentes liberales, encabezados por Rafael Parga Cortes, Pablo Casas Santofimio , Rafael Caicedo Espinosa y Ernesto Pavón Peláez, hizo posible la luminosa reaparición de El Cronista, cuya vida, en medio de graves contingencias económicas, duro hasta los años ochenta del siglo anterior.

Doblada esta página de recuerdos históricos, luego de un intento por hacerlo semanario, en manos del exgobernador Germán Huertas, el nombre, la tradición y la leyenda de El Cronista, ya en este siglo veintiuno, paso enhorabuena a las manos de un periodista  y comunicador veterano y curtido en el oficio, Humberto Leyton. Este amigo, talentoso, independiente, crítico, amante del Tolima , su pueblo y sus nobles tradiciones, lleva en sus manos responsables y pulcras un nombre , anclado en la mejor historia del periodismo tolimense.

En esta era del milagro digital, de la sociedad y sus vivencias, atadas a la más sofisticada y moderna tecnología, nos lleva al corazón la satisfacción inmensa de saber que El Cronista vive en este siglo convulsionado y complejo, en las manos de un hombre, como Humberto Leyton, de carácter firme, ideas claras de estirpe liberal, y de manos limpias".

ALBERTO SANTOFIMIO BOTERO

Bogotá, agosto 22 de 2019

Caratura de uno de los ejemplares de El Cronista de la época