Cultura
¿Patrimonio, arma de doble filo para el arte en Ibagué?
El pasado 29 de octubre Juan Camilo Arévalo Roa, tolimense profesional en Artes Plásticas obtuvo el segundo lugar en la décima tercera edición del Premio Joven por su obra 'Barbarroja', sin embargo el camino de un artista parece estar ligado a varios factores de suerte.
Arévalo además de compartir su alegría con El Cronista.co por dicho triunfo explicó cómo desde su experiencia se ha encontrado con un panorama desalentador en la capital tolimense frente al arte.
¿Pero cuál es la experiencia de Juan Camilo?
Luego de graduarse como profesional en Artes Plásticas en la Universidad del Tolima, durante el 2016-2018 coordinó el Programa de Estímulos de Gestión Cultural, posteriormente en el 2019 laboró en la formulación del Programa Técnico Laborar en Artes Aplicadas, ambos pertenecientes a la Alcadía de Ibagué.
De allí y por su constante cercanía a la capital colombiana, Juan Camilo establece que ser artista en Ibagué a serlo en Bogotá es muy distinto debido a “una suerte de procesos de formación y cualificación a los cuales es más fácil acceder en las grandes ciudades” destacando que la capital del Tolima solo cuenta con dos programas de formación profesional en este ámbito “uno es el Conservatorio de Música y el otro el programa de Artes de la UT”.
Tomando lo anterior como argumento clave para buscar equilibrar la distribución de recursos entre segmentos también señala la inexistencia de políticas públicas propias del sector y la manera en que el título de Capital Musical puede resultar negativo, explicando “lo que hace es privilegiar la música sobre los demás sectores y en eso se va casi el 70% de presupuesto en festivales que se deben hacer y en patrimonio”.
Y es precisamente la palabra patrimonio que Arévalo Roa define como arma de doble filo. ¿Por qué?
“Porque la noción de patrimonio y lo tradicional es sobre lo que se cimenta la consecución de recursos, por ejemplo para el Festival Folclórico y el de Música Colombiana, entonces todo lo que mueve la novedad se repela. En Ibagué aunque en las artes plásticas predomina la pintura y la escultura todas las nuevas formas de este hacer empiezan a ser relegadas e incluso se subvaloran…”
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Una crítica que Juan Camilo comparte con nosotros es hacia el Portafolio de Estímulos que se ha convertido en la principal fuente de financiación para proyectos artísticos exponiendo que hasta el año anterior habían becas de Creación-Circulación las cuales aportaban autonomía a los artistas sobre su que hacer, sin embargo sostiene que para este año el portafolio ha sufrido una serie de cambios, uno de ellos es la eliminación de las becas para volverlas un premio de fotografía, un premio de escultura al aire libre y un estímulo de galería en casa.
Aquí es donde radica la paradoja que sustenta Arévalo:
“Es muy chistoso que desde Ibagué se empiezan a privilegiar otro tipo de prácticas pero quienes estamos sacando la cara por la ciudad en los circuitos nacionales somos los artistas jóvenes que hacemos cualquier otra cosa que no es ni fotografía, ni escultura…”
Con esto Juan Camilo hace referencia a su éxito en el segundo lugar del Premio Arte Joven gracias a su obra Barbarroja y a Jonathan Cataño también tolimense ganador del
reconocimiento Artecámara en la Feria ARTBO.
Como una de las enfermedades de las que adolece Ibagué tilda Arévalo la búsqueda de beneficios propios que dice, obedece en su mayoría a la voluntad política, pues según su perspectiva la suerte del arte la decide quien esté a la cabeza.
Y justamente en el 2021 conoceremos un “proyecto en remojo” sobre el cual trabaja Juan Camilo y que pretende entender las diferentes lecturas de lo patrimonial desde el cuestionamiento pero también su preservación.
Finalmente, Arévalo señala “… lo que nos interesa en tener esa visibilidad nacional y aunque lo local es importante también lo es mantener unos estándares de calidad”
Por: Andrea del Pilar Gómez.
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