En épocas de cuarentena por el covid-19, sin duda uno de los sectores más perjudicado es el relacionado con el arte y la cultura, los eventos se cancelaron, los teatros se cerraron, las calles se vaciaron, las bibliotecas entraron en pausa. Sin embargo, la música no se silenció, los libros tomaron nueva relevancia, las películas y el teatro ocuparon una parte esencial en la entretención que evita un pánico colectivo y hace más llevadero el confinamiento.

¿Qué sería de todo esto sin ellos? Pregúnteselo cada uno en su casa, estaría dispuesto a estar encerrado, aislado, sin YouTube, Netflix, Spotify, sin televisión, sin radio, sin poemas, ni cuentos, ni novelas, ¡píenselo!, seguramente la respuesta será negativa; y se ha preguntado ¿Qué pasa con todas esas personas que están detrás de la pantalla?, que tanto le divierten con su música, que seguramente tienen familia, y se han quedado sin opción para trabajar, que pasan por momentos angustiosos e igual que todos, han tenido que reinventarse para poder sobrevivir, que no hacen parte de una población ‘vulnerable’ por ende tampoco de subsidios, con unas medidas mínimas y de poco impacto que se han tomado para quienes viven del arte y la cultura y no cubren ni en su mínima expresión todo lo que nos dan.

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Tan grandes son los artistas que, entre ellos mismos y gracias al apoyo contundente de varios medios de comunicación (por iniciativa de este mismo portal), lograron impactar cerca de 300 personajes de estos que estaban pasando por un momento difícil, por eso los aplausos son para ustedes amigos artistas, para que no desfallezcan, para que logren superar este trago amargo, para que logren también nuevas opciones, quizás digitales que puedan resultar provechosas en un futuro,  he visto con alegría que no son pocos los que han encontrado en las redes sociales una fuente de alivio -en principio por lo menos-  y desde sus casas realizan conciertos, comparten sus pinturas, el regreso de la declamación de poemas que había perdido terreno, y lo más importante, con cientos y hasta miles de reproducciones, reacciones y compartidas, y eso confirma que el público los extraña, que los quiere  y los espera.

Así que, para usted, para mí y todos los que somos consumidores de diferentes tipos de manifestaciones artísticas, que tenemos amigos artistas y estamos preocupados por su situación y no sabemos cómo aportar,  el mensaje es que busque sus videos, suscríbase a sus canales, compre sus artesanías, lea, escuche y comparta sus poemas, sus libros, sus monólogos, créame, si hacemos eso, es mucho lo que vamos a aportar, y así cuando todo regrese a la normalidad, valoremos más los eventos, vayamos más al museo, entremos a las bibliotecas, disfrutemos del teatro callejero, apoyemos a los músicos, y aplaudamos, aplaudamos hasta que retumben los sonidos en el alma de cada uno de los actores culturales que tuvo un momento difícil durante la pandemia, porque se lo merecen y porque los aplausos siempre serán para ellos.