Por: Jaime Eduardo Reyes

Existen en nuestra ciudad musical ciertos fenómenos sociales que valen la pena comprender, uno de ellos es la economía popular, el cual se da como respuesta a las fallas del mercado laboral en Ibagué y a la necesidad de mejorar los ingresos del hogar.

Si usted vive en un barrio popular, habrá visto como muchas familias utilizan los bienes del  hogar para mejorar sus ingresos. Veamos algunos ejemplos muy comunes; el uso del carro para hacer carreras a particulares o recorridos escolares, el uso de la cocina del hogar y los utensilios de la casa para hacer tamales, el uso de la moto para prestar servicios de domicilios. Esta es una forma de resistir los bajos ingresos y el desempleo, y de crear excedentes para ahorrar e invertir.

Si usted camina por el centro de la ciudad, e inclusive por avenidas como la milla de oro, se encuentra con el uso del espacio publico por parte de personas que comercializan mercancías, personas que son vendedores estacionarios no ambulantes, y que logran mejorar sus ingresos mediante un fenómeno económico conocido como el rebusque.

Puede haber, y de seguro las hay, otras formas de cómo la economía popular se manifiesta. Las dos clases mencionadas tienen como característica la informalidad, es decir, no tienen matricula mercantil, el empleo no es formal, dependen de los subsidios y apoyos estatales para su cobertura en salud, y la esperanza de cotizar para pensión es casi nula.

La economía popular es también una expresión de la división natural del trabajo, en donde las mujeres e hijos de la familia, después de cumplir con ciertas obligaciones como los oficios de la casa y el estudio en escuelas y colegios, se ocupan para mejorar los ingresos personales. La economía popular no requiere mayor especialización del trabajo, se basa en conocer un arte u oficio, y el costo de oportunidad de obtener nuevos ingresos es alto.

Vale la pena comentar que este fenómeno no es exclusivo de Ibagué, y que también se presenta en otras ciudades de Colombia y en otros países de América Latina.

En Ibagué no se ha estudiado la economía popular porque no se le reconoce y porque entenderla le traería vergüenza a los gobiernos y a la dirigencia política del municipio. Vergüenza porque es muy probable que esta explique en cierto grado la disminución de la pobreza monetaria y la pobreza extrema en la ciudad, de la que se sienten muy orgullosos los formuladores de políticas públicas y algunos mandatarios.

La economía popular es una evidencia del fracaso del modelo de desarrollo económico local vigente en Ibagué y demanda atención para resolver las causas que la originan.