Opinión

Por: Henry Rengifo

Este absurdo caso que contaré a continuación me ocurrió y seguramente le habrá ocurrido a otros muchos usuarios de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Ibagué, IBAL. 

Pero pocos levantan la voz. Estos abusos se cometen porque hay una ciudadanía inerme, desprotegida, nadie la defiende, ni siquiera los medios de comunicación tradicionales, porque seguramente de por medio está la presión que de manera indirecta ejerce la pauta publicitaria. Por fortuna hoy se cuenta con la fuerza de las redes sociales, las cuales se han convertido en una potente herramienta para denunciar lo que otros por distintos intereses tapan.

El caso es el siguiente: en el mes de junio de 2018 requerí los servicios del IBAL, a fin de atender una fuga domiciliaria en mi lugar de residencia.  La empresa atendió el llamado, dos operarios hicieron la reparación.

 Nunca nos informaron del costo del trabajo realizado, lo cierto es que desde diciembre de 2018 empezó a llegar en la factura un valor adicional al consumo, por $28.834, por concepto de ‘reparaciones acueducto’. Sumada esa cantidad desde diciembre de 2018 a mayo de 2019, arrojó un resultado de $173.000.

 Ante semejante cifra elevé un derecho de petición al IBAL para conocer de cuánto fue el costo del trabajo, pues ya la cifra de $173.000 resultaba por demás escandalosa.

La sorpresa es la respuesta del IBAL: el costo de esa reparación fue de $337.800 pesos. Un verdadero exabrupto. En cotización entregada por un fontanero externo determinó que ese trabajo no excedía los $70.000. Lo curioso es la respuesta que consigna el IBAL sobre el asunto.

Materiales sin IVA..$39.029

IVA de los materiales..$7.415

Valor total de los materiales.. $46.444

OJO. VALORES ADICIONALES  $291.356…no explican cuáles son esos valores adicionales.

Ya elevé otro derecho de petición para que entreguen la explicación respectiva.

Ciertamente, el IBAL hoy es una empresa con problemas complejos, es una empresa que al paso que la llevan, se deriva un futuro incierto. Ha sido mal conducida, la convirtieron en un fortín politiquero y clientelista.