Por Carlos Pardo Viña | Escritor y periodista

Históricamente, la cultura ha sido el patito feo de las administraciones locales. Con los presupuestos más bajos de todas las carteras, y en muchas ocasiones, liderada por personas que no entienden del tema ni de las posibilidades de desarrollo económico, social y humano que puede traer la cultura a la región, tanto la Secretaría de cultura de Ibagué como la Dirección de cultura del Tolima han tenido que administrar pobreza y limitar sus acciones a pequeños pasos que muchas veces son erráticos y sin norte definido. Pero no todo está perdido.

En la gobernación del Tolima, por ejemplo, mientras que en 2018 y 2019 se invirtieron alrededor de 10 mil millones de pesos, en cada año, en 2021, Ricardo Orozco sobrepasó los 14 mil millones. Un aumento del 40%. Y en 2022 se espera aumentar la inversión al sector. En política, obras no solo son amores sino presupuesto, y Orozco ha estado a la altura. Para muchos, y me incluyo, quizá no sea suficiente, pero el Tolima no es un departamento rico, y en medio de las dificultades, el hecho de que un gobernador se preocupe por aumentar las transferencias a la Dirección, habla de su interés por el tema.

Su primer acierto fue la selección del director de cultura. Jaiber Bermudez, maestro en Música del Conservatorio, especialista en Gerencia financiera y en Gerencia de Proyectos, reunía no sólo la sensibilidad hacia el arte y la cultura sino la capacidad de administrar. Justamente, el alto nivel de ejecución presupuestal de la dirección, liderada por Bermúdez, comparado con otras secretarías, ha permitido que Orozco siga aumentando la capacidad de inversión de la Dirección.

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Desafortunadamente, los avances en la cultura departamental siempre son silenciosos. Se trata de procesos de largo plazo que en muchas ocasiones no son registrados por el periodismo ibaguereño.

La agenda cultural del Tolima se vio fortalecida con el apoyo a 13 eventos entre los que se destacan el Mangostino de oro, el festival de duetos, La Magdalena Fest, el Ibagué Festival, el Ocobo de oro, Tolijazz, Festival de Hip hop, Palo pa rumba, Festival de violín, de teatro, Encuentro de cine en Honda, entre muchos otros, que permiten pensar en la reactivación económica del sector cultural junto a otras inversiones en el área de cine, música, teatro, danza y artes plásticas.

El apoyo jóvenes artistas tolimenses que participaron en torneos nacionales e internacionales de danza a través de plataformas virtuales, el respaldo a Danzando sin barreras, la estrategia digital para la promoción de la danza en comunidades con capacidades disminuidas, la dotación de libros digitales y audiolibros a todas las bibliotecas públicas del departamento (incluso las de Ibagué), la iniciativa para la creación de contenidos audiovisuales y sonoros a través de la plataforma CONECTARTE, hablan de cómo la cultura se adapta a las nuevas realidades y de cómo la dirección ha impulsado nuevas maneras de promover el trabajo de los artistas y difundir la cultura.

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A estas iniciativas se suma la dotación de instrumentos, de trajes folclóricos, la inversión en el Conservatorio del Tolima para poner en marcha la Tecnología en construcción y reparación de instrumentos de cuerda frotada, el programa de formación para bibliotecarios y el apoyo al Consejo Regional indígena para el restablecimiento y recuperación de la memoria cultural de las comunidades indígenas Pijao y Nasa.

Una de las grandes falencias del sector cultura, es la poca formación y experiencia de los actores en la formulación de proyectos para apalancar recursos nacionales o internacionales. Como respuesta, la dirección de cultura departamental creó una oferta formativa en este campo, para los gestores culturales de los municipios de las seis subregiones del departamento.

Pareciera que cada tema estuviera siendo abordado por la Dirección de cultura. Avanza el Plan Teatro Tolima, el plan de estímulos y hasta el apoyo a los artistas del departamento a través de Colpensiones: por primera vez en la historia, el departamento trasladó recursos para garantizar beneficios mensuales a 72 personas del sector cultural de 13 municipios del Tolima.

A veces hay tiempo para la esperanza.