Por Carlos Alberto Estefan Upegui | Exgobernador del Tolima

Hoy día, se ha acentuado en Colombia el afán de señalar a una u otra persona por ser supuestamente de "derecha o de  izquierda".

También, se habla del castro-chavismo, para referirse a la relación de Fidel Castro y Hugo Chávez, habiéndose acuñado por parte del expresidente venezolano el nombre de 'Socialismo" del Siglo XXI, en una tremenda contradicción con el legado del Libertador de cinco naciones, bautizando de "Revolución Bolivariana" a su desvariado propósito de imitar al régimen cubano. 

Recordemos que Karl Marx se refirió a Bolívar como "descendiente de familias mantuanas, que en la época de la dominación española constituían la nobleza criolla en Venezuela", tal como lo rebela un estudio de Carlos M. Ayala Cora, del diario el Universal de Caracas.

Entre tanto, a Simón Bolívar en nuestro país lo asociamos con los orígenes del  conservatismo, siendo de corte centralista, como a su vez, a Santander, liberal federalista.

Otras acepciones de derecha o de izquierda nos alejan aún más de estos calificativos, tal como narra la historia, relacionadas con el nazismo alemán y con el fascismo italiano, los cuales surgen después de la Primera Guerra Mundial en contra del socialismo marxista de la época de la revolución Rusa en octubre de 1917.

De otro lado, hay quienes hoy día todavía conciben la izquierda "como de avanzada; y contrario sensu, la derecha, como obsoleta y retardataria". 
Sin embargo, de ser así y atribuirle a la  izquierda la lucha por reivindicaciones políticas, económicas, sociales y culturales, el debate ahora se centra en el aborto, la eutanasia, la legalización de la droga, los matrimonios LGBT; el cambio climático, las multinacionales y la globalización, etc.; temas que pueden tener simpatizantes u opositores de unos y otros a la vez, no porque sean izquierdistas o derechistas, etc., sino por qué corresponden a la concepción ética y  moral de cada quien.

• (Puede leer: "Efecto búmeran" o bumerán (del inglés boomerang))

Por eso, son dos denominaciones que a criterio de los politólogos, han entrado en proceso de obsolescencia, convirtiéndose diríamos nosotros, salvo mejor criterio, en parte del lenguaje de la política criolla utilizadas para dividir la opinión y desestimar otras tendencias.

Una de nuestras fuentes de consulta para esta ocasión fue Andrés Gómez Polanco, estudiante de Ciencias Políticas, (Quito-Ecuador. asgomez@udlanet.ec), quien comienza su escrito refiriéndose a la ubicación en el resintió, de las diferentes orientaciones doctrinales presentes en la asamblea nacional de agosto-septiembre de 1789 en París, convocada para debatir sobre el peso de la autoridad real frente al poder de la asamblea popular en la futura constitución. Y  concluye diciendo que "la división del campo político-electoral en dos polos izquierda y derecha  "ya no se ajusta ni se adapta a las especificidades y particularidades de la sociedad civil actual y a sus preferencias políticas y electorales...."

En nuestro medio quién es de izquierda no necesariamente lo pregona, simplemente lo ejerce,  lo vive y lo siente; mientras quien es de derecha afanosamente tilda de ser de izquierda, sin serlo, a quien no comparta su pensamiento así sea arbitrario.

*Exgobernador del Tolima.