Creo que quienes fuimos estudiantes de la Institución Educativa Leonidas Rubio Villegas, sentimos admiración y respeto por el hombre que llevó hasta lo más alto de la calidad educativa a este prestigioso centro de formación, pues 42 años de servicio son más que suficientes para demostrarnos a miles de egresados, cada uno de sus esfuerzos y luchas constantes por la reivindicación de los derechos estudiantiles.

Hoy, quiero revivir una reflexión que me brindó en el año 2005, cuando apenas era un estudiante de educación básica de secundaria, en la que expresó, que “la única opción que teníamos los pobres, era educarnos para contribuir al cambio en medio de la sociedad”. Ciertamente, 15 años después de este mensaje tan humano, me hacen sentir orgulloso de ser Leonidense. De haber contado con el apoyo del Señor Gustavo Ramírez Urueña y de muchos excelentes maestros que nos formaron con el fin de ser ciudadanos que integralmente generemos cambios significativos.

El reconocimiento del Maestro Ramírez radica en la humildad, la sabiduría y la responsabilidad que encarnó para llevar sobre sus hombros el nombre de una Institución que ha marcado un hito en la historia, egresando miles de ciudadanos que han aportado su conocimiento y profesionalismo en múltiples escenarios, al desarrollo de la ciudad y la región. 

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Por lo anterior, la partida de este gran maestro, deja una profunda pérdida en todo el sector educativo de Ibagué y el departamento del Tolima. Pero aún así, el mérito como un excelente catedrático, trabajador y ser humano por la educación de los tolimenses, será el sello que marcará a muchas generaciones.

En la actualidad, y en mi condición como educador, siento el compromiso de poder seguir sus pasos, y continuar en la búsqueda de una educación popular incluyente, basada en la comprensión de la realidad, del liderazgo, el pensamiento crítico y la visibilidad de una población estudiantil que lucha cada día para hacer realidad sus proyectos de vida. Hoy, llevando la voz de quienes están en su proceso de formación escolar, de los maestros, de aquellos estudiantes egresados y de otros tantos que pasaron por las aulas Leonidenses, simplemente queda el aprecio y gratitud a un hombre que con tenacidad, cumplió con la meta de formar integralmente seres humanos y generar cambios, basados en la libertad, la razón y la vida.

Ciertamente, el pedagogo y filósofo Paulo Freire, expresó en su obra titulada La Educación como Práctica de Libertad, que “la educación verdadera es praxis, reflexión y acción del ser humano sobre el mundo para transformarlo”. Una filosofía que el Maestro Gustavo hizo realidad en su quehacer pedagógico, dando a conocer en muchos lugares el nombre del Leonidas Rubio Villegas, y de esta manera, transformando la vida de todos aquellos que en algún momento hicimos parte de su labor educativa. Afortunadamente, de aquí en adelante tendremos presente la esencia que ha sembrado en muchos para seguir luchando por una mejor educación para el departamento y el país.