La semana anterior fui invitado a debatir mi punto de vista sobre ¿Para qué nos sirve a los ibaraguereños el evento internacional del  sudamericano de fútbol sub-20?, y dentro de las posturas expuesta me llamó mucho la atención el sentir de tantos tolimenses que manifiestan que ya no creen en los políticos, que no confían, que les han perdido la fe; bueno púes en primer lugar la Fe es solo para el Creador, bien lo expone la palabra  al indicar que “Maldito es hombre que confía en el Ser humano”; esto me recuerda a un gran amigo y jefe que presencio mis primeros pasos profesionales y brindó gran aporte en mi vida, quien en forma insistente me enseñaba que “entre más confianza más respeto, entre más confianza mayor control y supervisión”.

No se trata en quien podemos o no confiar, se trata que la mayor empresa después de la familia que debemos cuidar y promover su crecimiento, desarrollo y vigilancia sobre cada moneda es la ciudad, el departamento, el país; si logramos entender que los gobiernos no generan riquezas y que todo está soportado desde los impuestos que pagamos cada uno de los colombianos, entenderemos que todos estamos obligados a cuidar, vigilar, a ser veedores,  denunciar, proponer, fiscalizar, auditar y preservar los recursos que son de todos y este gran acto ciudadano inicia el día en que elegimos a quienes administraran nuestros recursos, ese día cuando elegimos a quienes tomaran las decisiones por nosotros, ese día que casi siempre es un domingo, ese día que nos da pereza salir, que algunos preguntan por los tamales, ese día que decimos “ para que elegir si todo sigue igual”, ese día es cuando debemos confiar en nosotros mismos y elegir conscientemente en quien vamos a confiar.

• Puede leer: ¿Y la vacuna para curarnos del virus “sector financiero”?

Los políticos son seres humanos que deben ejercen una labor contractual y social con el pueblo, los políticos no son dioses o superhéroes, no son seres de otro mundo, no se las saben todas, no pueden solucionarlo todo, los políticos son ciudadanos que el pueblo contrata a través de su voto para gerenciar nuestras ciudades, departamentos y el país en general.

Usted dejaría que alguien en quien no confía gerenciara su empresa, ¿o entrara a su casa o cuidara de su familia?, bueno, entonces ya sabe en qué político puede confiar.