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Elevar la vara

El Tolima merece líderes preparados, serios, con ética y con visión. Pero también merece ciudadanos que no bajen la cabeza, que no acepten lo mínimo, que no aplaudan lo que está mal, que no se traguen la propaganda ni el miedo. El Tolima merece más.

15 de Dec, 2025

Por: Alba Lucía García

*Abogada de la U. Externado de Colombia. Dra en Estudios Avanzados en Derechos Humanos y líder en desarrollo regional.

No puedo exigir ética, rigor y coherencia si no empiezo por mí. No puedo pedirle a nadie estándares más altos si los míos se quedan en lo simbólico o en lo cómodo.

Lo que me llevó a reiterar mi opinión: el Tolima lleva años resignándose. Aceptamos que nos gobiernen personas sin preparación, sin resultados y sin visión. Aceptamos el “así ha sido siempre” como si fuera ley natural. Aceptamos la improvisación como destino. Y mientras tanto, el departamento se estanca en los mismos problemas de hace quince, veinte, treinta años.

¿ Por qué lo aceptamos? ¿Por qué dimos por hecho que exigir es pelear y que vigilar es ofender? ¿En qué momento dejamos de ser ciudadanos para convertirnos en espectadores? No es solo culpa de algunos líderes mediocres. Es también responsabilidad de una ciudadanía que dejó de revisar, preguntar, contrastar, leer, debatir, indignarse con argumentos, exigir con datos y, sobre todo, soñar en grande.

No podemos pedir transparencia si justificamos los atajos . No podemos pedir méritos si celebramos la rosca. No podemos pedir visión si premiamos el ruido. No podemos pedir verdad si repetimos cualquier audio de WhatsApp. No podemos pedir desarrollo si nos conformamos con que “al menos pavimentaron una cuadra”.

La vara baja siempre es cómoda… pero nunca transforma. El Tolima no cambiará porque llegue un “salvador”. Cambiará cuando miles de personas entiendan que vigilar, preguntar y exigir no es molestar, es proteger lo que es nuestro. Eso es ciudadanía. Eso es poder. Eso es amar al Tolima de verdad.