Cuando leemos noticias alentadoras en algunas regiones de Colombia, es momento de preguntarnos y porqué los otros pueden y nosotros no.

Las Cámaras de Comercio de los Departamentos del eje cafetero, Quindío, Risaralda, Caldas en lo que va del año 2020 han registrado un total de 8.086 empresas.

En Ibagué hace pocos meses nos comunicaba el alcalde de la ciudad, que 800 empresas aproximadamente se habían cerrado en el Tolima.

Ciudades como Manizales con dificultades de topografía frente a Ibagué vemos que tiene un desarrollo en los últimos 10 años muy superior al de la musical

Será que nos hemos acostumbrado a señalar y difundir más lo negativo que lo positivo, o que nuestros gobernantes no se ayudan con sus decisiones. En algunos casos nos hemos equivocado, ejemplo, juegos nacionales que se dejó la responsabilidad en unos pocos funcionarios y civiles que pelecharon de la bolsa de la corrupción, sin que la mayoría reaccionara al saqueo que se estaba haciendo al erario.

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Recuperarnos después de los destrozos de la pandemia será tarea muy difícil en la cual el Tolima e Ibagué necesitará de sus mejores profesionales y de la voluntad de todos o la gran mayoría para ponernos de acuerdo en propósitos fundamentales y poder iniciar la reactivación de la que todos hablan pero que no vemos aún como iniciarla.

La teoría económica da para especular sobre el tema en muchos escenarios. Lo importante es tomar decisiones rápidas y creíbles. En Bogotá se habla ya de implementar un plan Marshall. En su momento consistió en un apoyo económico de los EEUU a las Naciones Europeas que quedaron destruidas, después de la segunda guerra mundial.

Hay que aplaudir los foros que se están desarrollando   para debatir sobre diferentes temas que se encuentran sobre la mesa donde participan la academia, el sector gremial, el público, junto con los representantes de las diversas vertientes políticas, para encontrar salidas a la crisis económica y de empleo que tenemos sobre todo en Ibagué.

“No puede el Alcalde de Ibagué, tomar medidas tan drásticas como toques de queda sin socializarlos con gremios de la producción y comerciantes”

Para que este esfuerzo funcione, los gobernantes que lideran a la ciudad   deben enviar mensajes claros que abonen confianza en los ciudadanos y no expedir actos administrativos que solo traen desconcierto e inseguridad.

Hoy en Ibagué gran cantidad de personas no están cumpliendo los decretos expedidos por la alcaldía como medidas de prevención para evitar el contagio, los que cumplen lo hacen a conciencia, no por exigencia de autoridad alguna. Si bien es cierto existen muchas personas que salen al rebusque para tener que comer o cumplir con sus necesidades prioritarias, otros salen sin tener esa premura.

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Los comportamientos sociales obedecen a factores o circunstancias que los provocan. En el caso nuestro el comportamiento de desobediencia que se da en Ibagué no es otro, que la respuesta a equivocaciones que ha tenido la administración municipal, provocando que la ciudadanía pierda confianza en sus decisiones. Es duro decirlo, pero es real, en estos momentos de crisis los líderes no tienen derecho a equivocarse, porque al hacerlo, ante tanta necesidad y angustia, las personas responden en su gran mayoría con rebeldía, que no es otra cosa que frustración al darse cuenta que las determinaciones no son las correctas o que están sesgadas a determinado grupo o sector.

Le ha costado caro al gobierno nacional el haberse equivocado en medidas como la apertura de bares y discotecas sin vender licor o peor querer convertir una discoteca en restaurante, cuando quien demanda estos servicios es para hablar, tomarse sus drines y muy seguramente bailar.  Medidas absurdas que no traen solución alguna sino desconcierto y rabia a la población.

No puede el alcalde de Ibagué tomar medidas tan drásticas como toques de queda sin socializarlos con gremios de la producción y comerciantes y menos medidas de este tipo anunciarlas la noche anterior a su aplicación, cuando los dueños de establecimientos han hecho inversiones muy seguramente en logística y compra de inventarios esperando los días de puente o festivos.

Esperamos sumarnos en un futuro cercano a resultados tan positivos como los de los tres departamentos del eje cafetero mencionados al inicio, que ya pensando en cómo recuperarse después de la pandemia, se han unido para entre todos superar la dura crisis y la devastación que nos está dejando.