Por: Julian Andrés Escobar

Pocos  saben sobre el origen de las protestas de nuestros maestros cuyajustificación es indubitable, aunque algunos sectores de la ultra derecha colombiana quieran hacer pensar  lo contrario, afirmando que el paro del sector educativo afecta la economía nacional entre otras falacias de este talante. Nuestros maestros no protestan únicamente por el incremento del paupérrimo salario docente (uno de los más bajos del sector laboral en Colombia) si no por el déficit que presenta el sector educativo en materia de infraestructura, dotación,  remuneración y otros aspectos que tienen en vilo  la educación colombiana.Ante este vertiginoso panorama de protestas de muchos sectores laborales, cabe remembrar qué ha hecho estallar las manifestaciones estructurales de nuestros maestros, pilares importantes para la construcción y reproducción del conocimiento.

El magisterio ha venido liderando la inagotable lucha por los recortes de dinero al sector educativo precedidos 20 años atrás;  por ejemplo, el gobierno de Andres Pastrana a través del acto legislativo 01/2001 recortó 9 billones de pesos para la educación colombiana, seguidamente, el “casto” ex presidente Álvaro Uribe  le saco a la educación a partir del acto legislativo 04 del 2007 unos 18 billones de pesos , sin contar con el actual presidente Santos quien ha extirpado de la chequera educativa más de 10 billones de pesos, es decir, entre Pastrana, Álvaro Uribe Vélez y  Juan ManuelSantos, nos han sacado más de 28 Billones de pesos al sector educativo ¿Qué clase de país se están pensando nuestros mandatarios?

No conformes con una deuda histórica de colosal magnitud donde se invierte para la guerra y no para la educación, nuestros maestros están haciendo lo que muchos temen realizar. La soberanía de un pueblo depende tácitamente de quienes la entienden y la defienden como una unidad sublime para el desarrollo de los ciudadanos. Ahora, la educación es el pilar de las consignas por los derechos civiles en Colombia de lo que lleva el presente año.

Frente a esta situación, el presidente Juan Manuel Santos manifestó que la chequera nacional no daba abasto para solucionar lo que exigen por derecho constitucional los educadores liderados por FECODE sindicato de este sector laboral.Así pues, nos vemos forzados a pensar un poco más allá de la maleablerealidad, donde en el  país del sagrado corazón se pierden más de 20 billones de pesos en corrupción, dejando a los desposeídos sólo con la ilusión de educarse dignamente y poder medianamente salir adelante en un país donde la muerte comenzó privatizar todo lo que es público.

Finalmente, ¿qué sería de un médico, un ingeniero, un historiador, un abogado, un arquitecto,  entre otros profesionales sin la natural manifestación del conocimiento otorgado por nuestros maestros en las escuelas y universidades? En hora buena, es  nuestro deber ético acompañar a nuestros profesores  y comprender que el Neoliberalismo solo se alimenta de esclavos cuyas cadenas más pesadas son la ignorancia y la dependencia. Recordando siempre que la clave para la libertad de una sociedad es la educación, pues sin ella, tenemos el riesgo a caer en la obsolescencia colectiva y ser sujetos que representan el adagio popular, “que caminan porque ven caminar a los demás”.

¡Adelante profesores! Ustedes llevan  la batuta…