Por: Jaime Eduardo Reyes

Hoy se celebra en el mundo el día de la tierra, en el Tolima, Cortolima, otras entidades y muchas ONG’s en el marco de esta fecha, han invitado a los ciudadanos a reflexionar sobre nuestro comportamiento, que tanto aportamos a la salud o enfermedad que vive el planeta. Los problemas ambientales se expresaron últimamente en desastres locales y amenazan con seguirlo haciendo. El cambio climático y el riesgo originado por este son temas que preocupan a los gobiernos y a la comunidad en general.

En el Tolima ya se viene trabajando en este tema. Dos ejemplos son el interés expresado por Cortolima cuando organizó el primer foro sobre este tema y las investigaciones que desarrolla la Universidad de Ibagué en este campo.

A la par con el tema del cambio climático también preocupa otros problemas que poco se registran mediáticamente; la tala de bosques y selvas, el tráfico ilegal de especies, la urbanización desmedida y desordenada, la contaminación de fuentes hídricas y la vulnerabilidad de población pobre.

La cuestión que preocupa desde hace años es el riesgo que ofrece los fenómenos climáticos y sus consecuencias a los asentamientos humanos. En el Tolima es importante resaltar que el diseño institucional de la Gobernación y de Cortolima está pensado para atenderlo, sin embargo, también se debe resaltar que el sistema de prevención y atención aun es débil y los recursos presupuestales destinados para éste son muy marginales. Una noticia positiva es el interés que se está mostrando en el Gobierno municipal de Ibagué por adecuar institucionalmente la administración mediante la creación de una Secretaría de Despacho que atienda con mayor rigor estos fenómenos.

Otro argumento que sin lugar a dudas está pendiente y que aun no logra ser atendido como se quisiera, es la actualización del componente del riesgo en los Planes y Esquemas de Ordenamiento Territorial en los municipios y el departamento. La gran mayoría de los municipios están en mora de actualizar sus esquemas de ordenamiento, el problema es que hacerlo bajo las exigencias de detalle de la norma cuesta en promedio entre 2500 y 3000 millones de pesos, recursos que ningún municipio tiene.

En medio de este panorama gris es importante resaltar la positiva labor que se está realizando en Cortolima declarando áreas protegidas, trabajando en cambio climático, protegiendo las cuencas hidrográficas y a la fauna silvestre.

Así las cosas, celebrar el día mundial de la tierra durante este 22 de abril de 2017, no es una fiesta, por el contrario es más una jornada que se acerca al luto de un planeta que se acerca a una catástrofe global.