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Tres maneras de entender qué es la suerte
La suerte. Esa palabra que usamos cuando todo sale bien... o todo sale mal. ¿Es un golpe del destino? ¿Una alineación de planetas? ¿Un reflejo del trabajo bien hecho? Según a quién le preguntes, la respuesta puede ser muy distinta. Aquí te mostramos tres formas de entenderla:
1. Séneca: la suerte como preparación que encuentra oportunidad
El filósofo romano Lucio Anneo Séneca lo dijo sin rodeos:
"La suerte es lo que ocurre cuando la preparación se encuentra con la oportunidad".
Para Séneca, no existen las casualidades mágicas: los “afortunados” son, en realidad, personas que han trabajado tanto, que cuando se abre una puerta, ya están listas para cruzarla. En otras palabras, la suerte se construye.
2. La visión popular: un capricho del destino
En el habla cotidiana, la suerte es algo externo e incontrolable. Ganarse la lotería, encontrarse un billete en la calle, o tropezarse con el amor de tu vida en el transporte público: todo eso se atribuye a “la buena suerte”. Y si nada de eso te pasa, entonces te tocó la “mala”.
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Esta perspectiva convierte la suerte en un dado lanzado por el universo, sin importar cuánto te prepares.
3. La psicología: una actitud más que un evento
La psicología moderna ha estudiado el fenómeno de la suerte desde el comportamiento. Para muchos psicólogos, la suerte no es un evento externo, sino una actitud mental. Las personas que se consideran “con suerte” tienden a ser más abiertas, optimistas y receptivas a las oportunidades. Es decir, no es que tengan más suerte, sino que ven más oportunidades donde otros no las ven.
¿Entonces… qué es la suerte?
Quizás sea una mezcla de las tres cosas: una actitud receptiva (como dice la psicología), que permite prepararte bien (como dice Séneca), y que de vez en cuando se cruza con un momento impredecible del universo.
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