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Semestre B de la U.T. en riesgo

Semestre B de la U.T. en riesgo

El semestre B 2019 está en riesgo. Esta semana es decisiva. Si las partes no se sientan a dialogar para hallar la solución a la crisis, el semestre B 2019 se suspendería.

Los tiempos no dan más. Así se lo confirmó a El Cronista.co un profesor de tiempo completo. La Asamblea permanente de estudiantes muestra que el movimiento estudiantil se está consolidando, así haya opiniones contrarias en el sentido que existe división.

"No se niega que existen varias vertientes, con puntos de vista divergentes, pero a medida que hemos venido explicando la problemática por la que atraviesa nuestra universidad, la mayoría de estudiantes han comprendido nuestra posición y porqué de la necesidad de entrar en Asamblea permanente", dice uno de los líderes estudiantiles.

El principal malestar de los estudiantes en este nuevo episodio de crisis en la UT, tuvo su origen en el silencio que guardó la rectoría frente a los resultados del Consejo Nacional de Acreditación que negó la Acreditación Institucional.

Los estudiantes hoy son conscientes que obtener la Acreditación Institucional traerá consigo grandes beneficios a una población que hoy llega alrededor de 20.000 alumnos en la modalidad distancia (IDEAD) y 12.000 en presencial. 

Por lo emotivo de los anuncios que entregó en su momento la actual rectoría, se daba como un hecho que en agosto pasado esa Acreditación Institucional era una realidad, pero ocurrió lo contrario, la negación fue contundente acompañada de unas consideraciones que dejaron al descubierto grandes debilidades.

Entre las recomendaciones que hace el Consejo Nacional de Acreditación sobresale "Implementar estrategias a lo largo del currículo que contribuya a elevar el nivel de desempeño de los estudiantes en las Pruebas Saber Pro, dado que durante los años 2016, 2017 y 2018, alcanzaron resultados por debajo del promedio nacional en comunicación escrita, razonamiento cuantitativo, lectura crítica, competencias ciudadanas e inglés".

En el comunicado de los estudiantes respecto a este proceso, dice que “Las observaciones del CNA dejaron ver una institución colgada en asuntos claves para la actividad académica, incluso pusieron al descubierto un desbalance entre las prioridades presupuestales y las funciones misionales”.

Añadido a este punto que es la semilla de la discordia, se agrega otros elementos que refuerzan los motivos de la protesta de los estudiantes. Expresan en el comunicado que el Consejo Superior de la UT ha apretado el acelerador en llevar a cabo unas reformas a espaldas de los estamentos universitarios. Esas iniciativas tienen que ver con reforma a las facultades y al estatuto general.

Por su parte, el rector Ómar Mejía Patiño se expresó frente a los acontecimientos mediante comunicado, pero cuyo contenido principal lo dirigió a manifestar su desacuerdo con la decisión de los estudiantes de declarar personas no gratas a cinco directivos y funcionarios de la UT.

No entendemos del porqué tanto aspaviento si se declara a una persona no grata. Esa es una vía diplomática, es una herramienta válida que se tiene para expresar inconformismo cuando una persona o grupo va en contravía de las mayorías, como es en este caso. El Rector lo que debería responder es por un tema tan álgido como es el de la Acreditación Institucional”, manifestó a El Cronista.co, un líder estudiantil.

 

¿Sigue enquistada la politiquería en la UT?

El tortuoso camino por el que transita la Universidad del Tolima se refleja en no haber podido acceder aún a la Acreditación Institucional. 

En la mayoría de los 74 años de vida de la Universidad del Tolima, ha sido la politiquería el mal que la ha sumido en permanente crisis.

Las cuentas de las veces que ha estado a punto de sucumbir por la ineficiencia administrativa, han sido reiterativas. No termina de salir de una crisis cuando ya está en la otra.

El nuevo capítulo tiene que ver con la frustrada Acreditación Institucional que se esperaba le sería otorgada durante el presente año. (La Universidad de Ibagué, que de manera paralela adelantaba ese proceso con la UT si consiguió el objetivo).

El rector de la UT Omar Mejía Patiño en el comienzo de año anunció que se estaba a un paso de recibir esa importante acreditación.

Sin embargo, como una pésima noticia para la comunidad universitaria que hoy tiene la UT y para el departamento, El Cronista.co conoció la carta que el Consejo Nacional de Acreditación le envía el 30 de agosto de 2019 al rector Mejía, donde se evidencian los argumentos de por qué se niega esa acreditación, y adicional a ello se fijan las recomendaciones que se deben tener en cuenta para que la UT "alcance mayores niveles de calidad y pueda presentarse a un nuevo proceso de acreditación institucional".

Lo que causa extrañeza es que este documento del Consejo Nacional de Acreditación, haya tenido un manejo silencioso por parte de las directivas de la universidad, como lo anota un profesor que pidió reserva de su nombre por temor a represalias.

 "Como muchas cosas que la actual rectoría trata de ocultar, se encuentra esta carta que pone en evidencia que por estar más pendientes de hacer politiquería, de poner la UT al servicio de intereses mezquinos y politiqueros, no se pudo por el momento acceder a esta acreditación institucional que para la universidad representa demasiado, sobre todo que contribuye a recobrar el prestigio académico", le contó el profesor a El Cronista.co.

Dentro de los puntos relevantes de la carta se recomienda "Implementar estrategias a lo largo del currículo que contribuya a elevar el nivel de desempeño de los estudiantes en las Pruebas Saber Pro, dado que durante los años 2016, 2017 y 2018, alcanzaron resultados por debajo del promedio nacional en comunicación escrita, razonamiento cuantitativo, lectura crítica, competencias ciudadanas e inglés".

En las nueve recomendaciones que hace el CNA, llama la atención lo concerniente a la investigación. "Implementar estrategias orientadas a elevar la producción de los grupos de investigación de tal manera que eleven su nivel de categorización".

De igual manera solicita "Elevar el número de profesores reconocidos en Colciencias como investigadores, con el fin de fortalecer la comunidad científica de la institución, y con ello garantizar el liderazgo de actividades científicas a cargo de un mayor número de investigadores reconocidos".

Recomienda también que se implementen recursos y estrategias "orientados a disminuir los índices de deserción intersemestral a niveles por debajo del promedio nacional".

¿Cuánto tiempo tardará la universidad para ponerse a tono con estas recomendaciones que le formula el CNA?, es una respuesta que solo la saben las directivas de la UT en cabeza de su rector Omar Mejía. 

Lo más preocupante es que tales recomendaciones por lo complejo del proceso no serían tan fáciles de resolver. Por su grado de complejidad, de acuerdo a expertos consultados, este proceso llevará un buen tiempo.

Lo cierto es que al interior de la UT el ambiente de tranquilidad que parecía existir en la era de Omar Mejía, en las últimas semanas ha empezado a enrarecerse. 

Comentarios en el sentido que la actual administración ha caído en las mismas prácticas clientelistas del anterior rector José Herman Muñoz Ñungo, vuelven a ser motivo de incertidumbre.

El Cronista.co trató de comunicarse con el rector Mejía, pero nunca respondió el llamado.

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