Falta de interés político. Eso es lo que al parecer le estaría pasando, en el Senado de la República, al trámite del acto legislativo por medio del cual en el país se impone la prisión perpetua a violadores y asesinos de menores de edad.

El proyecto por ser reforma constitucional requiere de ocho debates, cuatro de ellos se tienen que dar en la legislatura en que fue presentado, es decir que hasta ahora tan sólo cumplió su paso por la Cámara de Representantes, en donde alcanzó sus dos primeras votaciones y desde hace poco más de dos semanas está a la espera de su trámite en el Senado.

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La preocupación que surge a la enmienda constitucional es que si no sale a más tardar el 16 de diciembre se hunde, y ese riesgo es alto ante el trámite de otros actos legislativos como por ejemplo la reforma a las regalías y el que dispone que el delito de violación a menores no podrá ser amnistiable en los procesos de paz, tal y como sí sucedió con las Farc.

También preocupa que le podrá restar tiempo a su discusión la reforma tributaria, la cual está apenas comenzando a debatirse en las comisiones terceras y cuando llegue a la plenaria se cruzaría con la cadena perpetua.

El senador liberal Miguel Ángel Pinto, quien es uno de los ponentes, indicó que entre lunes y martes quedará radicada la ponencia para el tercer debate y que podría entrar en el orden del día la otra semana, esto significaría que en la Comisión Primera sólo se votaría hasta final de noviembre y en plenaria entraría para la segunda semana de diciembre.

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Una de las principales promotoras de esta reforma es la representante Adriana Magaly Matiz y Yohana Jiménez, hija de la fallecida senadora Gilma Jiménez, quien pidió a los senadores dar la discusión: “nos hacen falta dos debates antes de terminar la legislatura el próximo 16 de diciembre, tenemos solamente cuatro semanas para lograrlo. El llamado muy respetuoso a todos los senadores para que le demuestren a Colombia que están primero nuestros niños”.

Esta iniciativa ya es la séptima que se tramita en los últimos años y siempre se ha hundido por falta de apoyo político.