Por: Manuel Alberto Caicedo Cañon

La selección quedó debiendo al país, pero ganó y es realmente lo importante. Ese es el sentir luego del 1 a cero sobre Bolivia. Todos los jugadores hablaron de un equipo visitante con once unidades debajo de los tres planos y tuvieron razón, pero el argumento es pobre porque quien bien juega es capaz de superar ese escollo y más cuando hay elementos de calidad en el onceno nacional.

Se sufrió, pero hubo opciones que pegaron en el vertical o fueron sacadas por el arquero visitante, eso suma y hay que destacarlo. Pero hay cosas que han sido motivo de crítica como el mantener demasiado tiempo el esquema con Uribe y no habilitar a Cuadrado para que sirviera como punta trabajo que hace en el Juventus y donde da buenos resultados.

No hubo tiempo para evaluar la defensa y que lo que sigue en la eliminatoria será a otro precio. También el equipo vecino tendrá que salir a atacar y no formará con el cerrojo tipo Bolivia mientras que el compromiso de los colombianos será menor estando como visitante y no la presión de ser local ante su público. Si hay que ser incisivo en la forma como se abra la cancha y hacer disparos de fuera del área, fórmula muy poco utilizada en Barranquilla.

El mismo James y Magnelly se vieron disgustados cuando los delanteros colombianos no se desmarcaban y se metían en medio de muchas piernas de la defensa de la visita. La salida de Muriel destruyó parte del plan que era cansar a los del altiplano en compañía con Bacca y la entrada de Quiñones no trajo las mismas posibilidades.

Si se mostró que hay con quién atacar y goleadores en la nómina lo que tranquiliza y que en el momento de atinar los pasadores y la defensa del oponente no sea de 10 se puede llegar al arco contrario. En cuanto a la parte física no es fácil juzgar a un equipo conformado por jugadores que recién se han bajado del avión y por muy “estrellas” que sean una cosa es su equipo de torneos internacionales y otro es el esquema del técnico Pekerman. Afortunadamente el invierno le puso un fresco al calor barranquillero que a veces obliga hasta a parar el juego para hidratación.

Hay cosas positivas pese a lo modesto del juego. Sánchez sigue siendo ese fuerte con el que cuenta el equipo para marcar. Bacca continúa inquietando cualquier defensa, dejando de contarse con Muriel que no podrá jugar por lesión en territorio ecuatoriano. Cardona le trae al equipo movilidad y posibilidades desde fuera del área. Armero fue y seguro será una posibilidad clara para poder llegar por el flanco izquierdo y centrar para opciones como Zapata y el mismo Bacca.

Lo de ajustar va desde la tranquilidad de James y Torres hasta determinar si Uribe o Aguilar deben ser el apoyo para una media más organizada. El próximo encuentro el martes de la semana entrante será diferente y con tiempo para ponerse de acuerdo sobre cómo llegar y abrir defensas cerradas como la de la tarde de este jueves. El rival a enfrentar está cerca en la tabla y debe ganar para no alejarse.

Los marcadores del resto de partidos en algo nos ayudaron para que continuemos con opciones pero hay que seguir ganando de a tres y aumentar el número de goles para mejorar el promedio en caso de empate en puntos.