Después de un anunció hecho de manera fastuosa, pues por la forma que se dio parecía más que se iba a dar la noticia sobre la realización de un espectáculo artístico, que la transmisión de un mensaje desalentador como era que la ciudad se quedaba sin agua.

Y entonces, como de la nada, de un momento a otro, apenas unas horas después de haber anunciado con bombos y platillos la declaratoria de emergencia en la ciudad por desabastecimiento de agua, aparece de nuevo la Alcaldesa, para gritar: “¡lo logramos!. En doce horas se restablecerá el servicio de agua”. Y todos ¡ploff!. ¿Era o no grave, entonces, el asunto?, pregunta que quedó en el ambiente y que por supuesto genera muchas dudas e incertidumbres.

Durante el anuncio “¡lo logramos!” que, sin duda pasara a la historia como uno de los mayores ejemplos de eficiencia en la Alcaldía de Ibagué, en esta ocasión la Alcaldesa Aranda lo hizo sola, no tuvo el acompañamiento de todo ese equipo que horas antes había posado bien alineado, donde cada uno de los funcionarios lucía botas pantaneras de colores, todas bonititas, todos bonititos, recitando un libreto en el que preocupaba más que algunos de ellos, parecía estaban a punto de estallar en una carcajada. Es que el anuncio por la manera que se dio fue en extremo patético.

Ahora bien, pregunta obligada, nadie de los técnicos, de los ingenieros, advirtió que la emergencia podía superarse de manera pronta y que ante esa posibilidad, era mejor guardar prudencia antes de salir, por ejemplo, a dar la orden de suspensión de la jornada escolar durante dos días, miércoles y jueves.

Si el servicio se restablecerá en 12 horas como lo anunció la Alcaldesa, quiere decir que mañana miércoles la ciudad amanecerá con el servicio de agua normal, luego entonces, qué va a pasar con la medida de suspensión de clases.
Explicaciones y más explicaciones sobre este asunto, que tampoco para nada es menor. ¿Qué pasó Alcaldesa?. ¿Improvisación?, ¿ligereza?.

*Henry Rengifo Hernández*