"Soy  negro, pobre y maricón"…así comienza el monólogo del consagrado actor  Óscar Borda quien se encuentra por estos días en la ciudad musical de Colombia promoviendo su obra de teatro llamada “Un Óscar para una diva” y que se presentará en el teatro Tolima a partir del 23 de marzo en dos funciones.

Este hombre oriundo del departamento del Chocó le contó a El Cronista. Co, que su pasión es construir obras con un mensaje social y que toquen el corazón de las familias. Es un convencido de que en nuestro país se pueden hacer grandes cosas con propuestas estéticas donde se cuide el lenguaje, la escenografía, y por supuesto el mensaje final.

Óscar Dice que “en Colombia muchas personas se van al exterior buscando mejores alternativas económicas y que el único trabajo al que pueden acceder es  lavar baños o laborar en oficios varios”, por ello sus presentaciones están orientadas a las empresas y en éste caso tolimenses e ibaguereñas, buscando generar conciencia social y sentido de pertenencia.

Por eso siente una profunda admiración por aquellos que a punta de vender arepas en un puesto callejero, pueden sacar a sus hijos adelante y brindarles una educación esmerada en las mejores universidades del país. "Son capaces de sacar todos sus hijos profesionales"

Con esta obra la gente se va a reír y sólo él conforma éste elenco que le ha dado una multitud de aplausos y ovaciones en diferentes países del mundo como República Dominicana, Cuba y Panamá, y por supuesto en  todo el territorio colombiano, cuenta Borda.

Este actor señala que el teatro es su máxima pasión y que a través de cada escena que realiza en las tablas se pueden hacer cosas grandiosas que deben ser compartidas por el público que asiste a cada una de sus funciones. Espera que los tolimenses a quienes ya le entregaron la boletería a través de las 20 empresas patrocinadoras de las presentaciones disfruten del momento y saquen conclusiones positivas para su vida cotidiana. 

Al abrirse el telón rojo del teatro Tolima todo cambiará, la mágica presencia de los espectadores y las luces del escenario harán que se traslade al personaje que vive y siente con orgullo el color de su piel, que disfruta de los placeres que da el conseguir día a día con disciplina el pan para su hogar y que sueña como todos en que mañana será mucho mejor.