Ibagué Cómo Vamos, dejó ver el día de ayer los avances, los estancamientos y retrocesos que ha tenido la ciudad en materia de calidad de vida de sus habitantes.

El estudio está compuesto por cinco ejes transversales: activos de las personas, hábitat; cultura y responsabilidad ciudadana; desarrollo económico y competitividad, y buen gobierno

Educación

Se presentaron avances tanto en coberturas brutas y netas en todos los niveles: primaria, secundaria y media. También se registraron buenos resultados en las Pruebas Saber para grados Noveno y 11.

“Se destaca un comportamiento relativamente mejor de los colegios oficiales frente a los colegios privados cuando hacemos la comparación y el promedio nacional”, explicó Edwin Andrés Martínez, coordinador Técnico del Programa

Salud

Se presentaron  resultados positivos y otros no tanto. La mortalidad materna se redujo de manera significativa, pero el porcentaje de niños con bajo peso al nacer aumentó en 2016 en comparación con 2015.

Hubo una reducción en las tasas de incidencia de VIH Sida en la capital del Tolima, lo cual también fue un resultado positivo.

“Nos preocupa particularmente lo que tiene que ver con la evolución de la tasa de suicidio, ya que se llegó a 46 los intentos de suicidio, que casi se han triplicado entre 2009 y 2016 y continúa con una tendencia al alza”, informó Martínez.

Seguridad

Delitos de impacto como lesiones personales y hurto a personas y hurto a residencias aumentaron en 2016.

Las lesiones personales, hurtos a personas y residencias influyeron de manera directa en la percepción de seguridad de los ibaguereños, lo cual se pudo evidenciar en el informe de Percepción Ciudadana de 2016, divulgado en enero de este año.

Según Martínez, los principales problemas de inseguridad en Ibagué no necesariamente están relacionados con estructuras criminales, sino con problemas de convivencia.

“Esto es consistente con lo que hemos encontrado también en las encuestas de percepción ciudadana que nos indican que hay una mayor percepción de inseguridad, pero en muchos casos ligada a problemas de convivencia”, añadió.

Servicios públicos

Las cifras mostraron una pérdida de dinamismo del sector construcción en la ciudad durante 2016, aunque se presentó una recuperación en términos de viviendas VIP y VIS, mientras se registró un declive de las viviendas orientadas a los estratos altos.

Uno de los resultados más favorables durante el primer año de Jaramillo está asociado con el mejoramiento de la calidad del suministro de agua potable.

“Mostramos la evolución favorable en términos de servicios públicos sobre todo en lo que tiene que ver con cobertura de acueducto, la reducción del agua no contabilizada que se ubicó en el 41 por ciento, una caída de un poco más de cuatro puntos porcentuales, lo cual es una buena noticia”, explicó.

Mercado laboral

Se presentó una  disminución de la tasa de desempleo en 2016, en comparación con la de 2015. Pero según Martínez, es preocupante que el año inmediatamente anterior (2016) se perdieron un poco más de cuatro mil 500 empleos fundamentalmente en el sector formal.

A esto, se suma el alto índice de informalidad laboral que, en el caso de la capital del Tolima, superó el 57 por ciento en 2016.

desafíos para la administración

Para Edwin Andrés Martínez, se debe aumentar aún más las tasas de cobertura del sistema educativo en la ciudad. Se prevé que el inicio de la jornada única coadyuve a retener a los estudiantes en las aulas.

Fortalecer políticas orientadas a la prevención del suicidio porque la tendencia es creciente y no ha presentado avances significativos.

Continuar trabajando en la reducción de la tasa de trabajo infantil, que se redujo 3 puntos porcentuales durante 2016, con respecto a 2015.

En salud, uno de los mayores desafíos está en lograr consolidar una tendencia a la baja en las tasas de mortalidad infantil y en la tasa de nacidos vivos con bajo peso al nacer.

En cuanto a seguridad ciudadana, se espera que las medidas adoptadas este año conduzcan se mejoren los indicadores.