El coronel de la Policía Metropolitana de Ibagué, Gabriel Bonilla, dio a conocer que en la Permanente persiste un mal que los aqueja desde tiempo atrás: el hacinamiento. Ahora es más grave, pues esta situación va en contravía de todas las indicaciones dadas para prevenir la posible propagación del Covid.19.

De acuerdo con el Coronel, en la Permanente se están ejecutando todas las medidas de protección, y están prohibidas las visitas, en aras de salvaguardar la salud de los reclusos por la amenaza del coronavirus. Sin embargo, el alto rango de la Policía apuntó, “seguimos con esta preocupación del hacinamiento. En estos momentos tenemos 200 personas recluidas en la Permanente, con un hacinamiento de más del 100% en la capacidad del sitio”.

El Coronel de la Metropolitana aprovechó la oportunidad para lanzarle dardos al Director del Coiba de Picaleña, Robely Trujillo, quien expresó que no recibiría más reclusos a causa de la alerta amarilla decreta en Ibagué desde la semana anterior. “Con coronavirus, sin coronavirus, igual no nos estaban recibiendo gente en Picaleña. No sé cuál sea la diferencia en ese sentido. Esto es algo que venimos poniendo de presente ante el Ministerio Público porque seguimos con una alta preocupación por el hacinamiento. 

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Pero insisto, aunque esté la preocupación del virus que genera una alerta aún mayor, esto no es algo de ahora. Lamentablemente no hemos tenido la correspondencia del Coiba para descongestionar la Permanente”, señaló el Coronel Bonilla. 

La respuesta del alcalde Andrés Hurtado al consultarle por esta problemática, fue imprecisa. “Esperamos que en estos días, en que no hay gente en las calles, al estar todos aislados, podamos contener nosotros de la mejor manera y poder aislarlos. Le he solicitado a la Secretaría de Gobierno que evaluemos de manera rápida esta situación, para tomar medidas de aislamiento y no de concentración como se está dando. Estamos viendo con el bunker de la Fiscalía”.
 
Es de recordar que las visitas a todos los centros penitenciarios del departamento se encuentran prohibidas, a causa de coronavirus. No obstante, las buenas condiciones en las que viven los reclusos siguen en entredicho, como de costumbre.