Por: Carlos Alberto Estefan Upegui  - ExGobernador del Tolima

Luego del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán el 9 de abril de 1948, el expresidente Darío Echandía pronunció su célebre frase «el poder para qué», la cual en las actuales circunstancias ha recobrado vigencia.

Esta frase, dice Juan David Ramírez, columnista del diario El Colombiano, 09-02-2021. “… obedeció a una reflexión sobre el caos que vivía en ese momento nuestro país, sometido a una profunda falta de esperanza derivada de la imposición de intereses partidistas, los mismos que desviaron cualquier consideración frente al interés general de la sociedad“.

Así mismo, hace algunos meses el Presidente Petro en entrevista concedida a María Jimena Duzán manifestó: “El poder no está en el Estado”. Y agregó: “en el tiempo de Napoleón se podría decir que el poder estaba en el Estado, pero hoy no se puede decir lo mismo”. Razonamiento que igualmente tiene un gran significado.

Christian Fajardo, autor del artículo “La soledad de Gustavo Petro”, publicado en el periódico Desde Abajo N.º 305, con fecha 18 de agosto-18 de septiembre de 2023, señala que “… Desde que el actual Presidente está en la Casa de Nariño, los grandes y poderosos han librado una guerra sin cuartel contra su gobierno. Pero también la alineación de los sectores dominantes para contener la agenda reformista de este que es un gobierno popular, en la búsqueda de crear un sistema de seguridad social que proteja a los más débiles de la voracidad de los mercados y de los rentistas del Estado. Y es ahí donde se ha podido constatar la debilidad del Estado moderno en la lucha contra la desigualdad y las violencias estructurales”.

Apreciación que conduce a pensar que poder y Estado no siempre se corresponden mutuamente. Se dice de quienes controlan el Poder, que no tienen la voluntad de contribuir a corregir las asimetrías sociales. Y si "el poder no está en el Estado” entonces “¿el poder para qué?

Quienes financian las campañas manejan el poder en su propio beneficio y para conservar sus privilegios, el Congreso neutraliza al ejecutivo y le impide realizar su trabajo.

No obstante, el mayor lastre corresponde al origen de los recursos, como quiera que los hay provenientes del narcotráfico o de los abusos en el manejo del erario. Casos los hay por montones y el país los conoce.

Entonces, a como de lugar, es indispensable avanzar en las principales propuestas que como candidato presidencial Gustavo Petro formuló y que ahora son parte de su plan de Gobierno.

Lo anterior, porque estamos ante una situación donde también la desesperanza obedece a la imposición de propósitos de quienes no les motiva el interés general de la sociedad, sino la suya, como sucedía en la época de Echandía.

El Presidente Petro aseguró que no se quedará en el gobierno más allá del 2026: “Ahí no nos vamos a quedar; ese palacio es frío, feo y hasta asustan”.

Sin embargo, el desafío de las mayorías ciudadanas está en continuar procurando un mejor país para todos.