A través de un comunicado que no suscribe ninguna persona en particular, los que dicen ser familiares de detenidos a quienes se les considera en condición de sindicados, piden la libertad de sus parientes privados de la libertad en la cárcel de Picaleña.

Las razones que alegan son el riesgo que corren con la pandemia del Covid-19, debido a que el Instituto Nacional Penitenciario (INPEC), no ha tomado medidas de seguridad sanitaria para prevenir contagios tanto en el personal de internos como de guardias.

"Los familiares de internos del Coiba-Ibague, que se encuentran recluidos en condición de sindicados, rechazamos la actitud y proceder de los señores Director general del INPEC y Director de la cárcel de Picaleña, y los señalamos y hacemos responsables  de propagar la contaminación y contagio del virus en los centros carcelarios", dice el comunicado. 

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Luego agregan que en el caso de Ibagué, "nuestros familiares son sindicados, en ningún momento se les ha probado su responsabilidad de los delitos que se les imputa, por lo que a la fecha son inocentes (según ellos), por no haber sido vencidos en juicio, no obstante que muchos sindicados llevan años, soportando la ambigüedad de la justicia". 

Justicia que según los familiares reclamantes, es "laxa, ágil y complaciente solo para los que tienen privilegio y dinero y las influencias. Si los sindicados fallecen, los únicos responsables, moral, civil, penal e históricamente, serán el director general del INPEC y el director del Coiba-Ibagué". 

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Los familiares de los detenidos en su condición de provisionales, insisten y que las medidas de aislamiento y sanitarias son precaricas.

Por su parte el Personero de Ibagué, Wilson Prada, contrario a lo que dicen los familiares de los detenidos, asegura que ya se han realizado cerca de 100 pruebas al personal que estuvo cerca del detenido que dio positivo para Covid-19, donde se encuentran también 35 guardianes. 

Añade el representante del ministerio Público, que ha estado pendiente que se implementen las medidas necesarias de seguridad para prevenir más cados de coronavirus en la cárcel de Picakeña.