Hace 15 días, el Ministerio de Salud solicitó la renuncia del controvertido Superintendente Nacional de Salud, Ulahy Beltrán, quien enfrenta investigaciones por su gestión como gerente de una E.S.E. en Barranquilla. Sin embargo, nuevos hallazgos publicados en la edición dominical de El Tiempo revelan presuntos casos de corrupción interna, evidenciados por audios y videos que muestran un entramado de sobornos, llegando a solicitar hasta 200 millones de pesos por el cierre de investigaciones.

En la costa Atlántica, persisten debates sobre la tercerización de servicios en las Empresas Sociales del Estado, tema esquivado por Beltrán el año pasado en Ibagué, ante denuncias presentadas por el diputado liberal Carlos Reyes respecto al hospital Federico Lleras Acosta y que fueran indagadas por el periodista del Cronista.co en la rueda de prensa.

Beltrán López solicitó a los funcionarios de libre nombramiento y remoción que presentaran sus cartas, dejando la entidad sin liderazgo. El gobierno designó como su sucesor al exconcejal del partido Verde en Bogotá, Luis Carlos Leal, quien carece de experiencia administrativa. A pesar de ser médico y cercano a la ex ministra Carolina Corcho, Leal necesita fortalecer sus habilidades gerenciales para dirigir la organización encargada de velar por la salud de los colombianos, por eso sigue en su cargo.

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La Superintendencia Nacional de Salud enfrenta su tercera semana sin un norte definido, mientras la comunidad médica y diferentes actores del sector exigen al gobierno el nombramiento de un líder idóneo. Denis Silva, vocero de Pacientes Colombia, subraya la necesidad de una gestión competente en una entidad que supervisa 20.000 IPS, 29 EPS y 45.000 proveedores de servicios de salud.