Por: Jorge Ancizar Cabrera Reyes.

"Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia". Jesucristo, en El Sermón de la montaña.

"No habrá paz en la tierra mientras perduren las opresiones de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos que todavía existen". Santo Juan Pablo II.

"Señor y padre de la humanidad, infunde en nuestros corazones un espíritu de hermanos. Inspiramos un sueño de reencuentro, de diálogo de justicia y de paz". Papa Francisco.

Lo importante de la Semana Mayor, es estar dispuesto a dialogar con el Padre conforme a la palabra de su Hijo, para ello, hay que estar atento, concentrado y en oración profunda.

"Jesús, nació en el  año 749, Calendario Romano,  su predicación fue plasmada en gran medida en los Evangelios, en su juventud laboró como carpintero al lado de José, su Padre putativo.

Antes de la Pascua del año 782, Calendario Romano,  Jesús fue aclamado en Jerusalén, en su templo pronunció un gran discurso  y fue su última predicación. Después fue acusado por los llamados fariseos, escribas y ancianos, fue llevado ante el Sacerdote Caifás en un proceso de carácter religioso y también estaba presente él Procurador romano Poncio Pilatos, quien lo condenó a morir. Jesús fue vilipendiado, azotado, coronado de espinas y crucificado en el Monte Calvario.

Jesucristo o Jesús a sus treinta años de edad se retiró al desierto conocido como Galilea, su ayuno fue de cuarenta días, comenzó en la Cuaresma a predicar su Evangelio, su pensamiento fue la caridad y la paz.

En la lectura Primera del Profeta Jeremías que comienza su ministerio en el año  627 antes de Cristo. Dios con su Ley, nos señala: "Yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo", versículo 33.

En palabras del Licenciado Antonio Leal Gamboa, quien se desempeñó como docente en el Instituto Nacional Martín Pomala de Ataco, Tolima, nos enseñó: "Si el hombre reconoce y confiesa su pecado, si acude a Dios que es misericordia, Él puede purificar, perdonar, llenar con su gracia, incluso al pecador más duro de corazón. Dios no solo "cura" también "recrea" por medio de su Espíritu dando un "corazón nuevo", abriendo horizontes hacia un nuevo culto y una fe pura"..."La iniciativa proviene de Dios que perdona. La responsabilidad es personal, deja de ser algo exterior y se centra en el corazón; porque habiendo sido anunciado por los profetas  se grabará en el corazón escribiéndole con la  sangre de Cristo, quien la inaugurará con su sacrificio en la cruz, los apóstoles anunciarán su cumplimiento y así, reconoceremos al Señor cuando perdone y olvide nuestros pecados".

Jesús desde el madero nos perdonó y nos convocó a la unidad de toda la sociedad, ya que todos somos sus hijos como una gran familia, y ese es nuestro deber continuar su ejemplo y convertirlo en  vida diaria.

Jesús transformó la cruz de la muerte en árbol de la vida y esperanza; desde allá nos invita que le ayudemos a construir un mundo diferente, a qué actuemos como la levadura para que crezcamos en misericordia y, con nuestra oración y buenas obras, hagamos desaparecer las injusticias, la corrupción...que venzamos el mal con el bien, pues el amor es más fuerte.

Mientras, persista la desigualdad, el hambre, la miseria y la exclusión, no estamos siguiendo los postulados cristianos de "amados los unos a los otros".

Como conclusión dejemos que la Pasión de Jesús nos haga vibrar el corazón y toda el alma, para continuar la devoción por la Semana Santa.

Fotos: Fueron enviadas por el Periodista Nelson Bocanegra. Estos son los Actos Religiosos de la Semana Mayor, que se están  adelantando en la Parroquia "Nuestra Señora de Lourdes", Municipio de Ataco, Tolima, y que son  orientados por el Sacerdote Carlos Alfonso Neira Capera.